Busto de Dostoievski
El que sería el reconocido autor de Crimen y castigos ocupaba la segunda posición de siete hijos huérfanos de madre. Habían quedado al cuidado de un padre que, ante la muerte de su esposa, había caído en una profunda depresión, que lo condujo al alcoholismo y a tratar tanto a sus hijos como a criados de manera dictatorial. Cuando nuestro futuro autor tenía dieciocho años y cursaba lo estudios militares en San Petesburgo, le llegó la noticia de la muerte de su padre. Al parecer, éste fue torturado y asesinado por los sirvientes, cansados de sufrir el maltrato de su señor. Por lo visto, lo obligaron a beber vodka hasta que murió ahogado.
El joven Dostoievski había llegado a desear la muerte de su progenitor muchas veces en los terribles accesos de ira de éste, por eso, desde que escuchó la noticia del fin de la vida de su padre, lo llenó un sentimiento de culpabilidad que agravó la epilepsia que ya padecía.
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