El nombre de Segovia.No me atrevería a decir que es la única, pero Segovia es de las poquitas, capitales de provincia que ha tenido el mismo nombre siempre, a lo largo de miles de años. Aquí tenéis la prueba.

“Las catedrales de Segovia”En las páginas 14 y 15 de mi libro hay un rudimentario plano de cómo pudo ser la Segovia medieval. Si os fijáis bien, en la página 14 frente al alcázar, hay una tosca catedral románica… Esto de “los dos poderes” juntos, el civil o militar y el eclesiástico, no es algo único de Segovia, se daba con mucha frecuencia en la edad media en buena parte de los burgos cristianos y de las medinas árabes. Hoy, cuando se entra por el patio para visitar el alcázar y se contempla la enorme mole de la torre de Juan II enfrente, es difícil imaginar que el lugar que hoy ocupan los jardines y la estatua de Daoiz y Velarde (con sus preciosos faroles de dragones) estuvo ocupado por una catedral y sin embargo así fue. De hecho, es probable que esa enorme torre fuese construida para compensar y sobrepasar los muros y campanarios de la catedral para en caso de asedio y de que la catedral fuese tomada por el enemigo, seguir contando el alcázar con una ventaja en un posible combate… no se equivocaron.En la guerra de las Comunidades, que se libró en Castilla contra el emperador Carlos I, los imperiales se atrincheraron en la catedral y los comuneros en el alcázar. Ambos edificios resultaron muy dañados, era 1521 y los cañones y mosquetes eran ya algo habitual en los ejércitos. Tras la derrota de los comuneros, la corona decidió demoler lo que quedaba de la catedral en vez de reconstruirla y alejarla del alcázar… por si acaso.La nueva catedral se plantó en un lugar donde la iglesia tenía muchos terrenos, la antigua judería. Apenas 30 años antes se había empobrecido la nación con la expulsión de los judíos cuyas casas habían ido a parar en gran parte a la iglesia. Por fortuna la nueva catedral era más pequeña que la gran aljama segoviana y aún hoy podemos pasear por sus callejas, disfrutar, deleitarnos y soñar con cómo pudo ser este barrio judío.Durante 15 días y 15 noches, nuestros antepasados tiraron de azada para cavar los cimientos de la catedral y luego continuaron entusiastas, como en plena edad media, ayudando con su esfuerzo a la construcción de la que se dice última construida en estilo gótico, en pleno renacimiento.Un “obrón” técnicamente impresionante para la época, fue el transporte piedra a piedra del claustro completo desde la catedral vieja. Mencionar aquí también dos curiosidades: una, que la catedral contó con su propio mirador que daba a la plaza para el seguimiento de espectáculos como corridas de toros y autos de fe, y otro, que hasta 1614 su torre era la más alta de las Españas, superando los 100 metros. Fue parcialmente derruida por un rayo. Hoy tiene 88 y la superan las de Sevilla Murcia y Toledo.
Primer “cómic” en que aparece el acueducto En sus cantigas a Santa María, Alfonso X “el sabio” narra el milagro que aconteció a la judía Esther (como la que aparece en mi novela) en merced al cual, una judía que “simpatizaba” por el cristianismo, fue castigada por los hebreos y como no podían probarlo, la acusaron de engañar a su esposo. Su castigo, ser despeñada. Este castigo es muy normal en la edad media en los sitios que como Segovia, cuentan con precipicios. Incluso este castigo está muy bien regulado y descrito en el famoso Fuero de Sepúlveda. Prometo hacer una entrada otro día de las cosas curiosas de este Fuero, ahora sigo con lo otro.La judía Esther fue despeñada en el paraje rocoso que llamamos La Fuencisla, ella se encomendó a Santa María y mientras caía, una paloma frenó su caída y la ayudó a posarse tranquilamente en el suelo. A partir de ese día abrazó el cristianismo pasando a llamarse María del Salto. Aquí os dejo una ilustración que viene en las cantigas de Santa María en la que se ven a los judíos scando de la ciudad a la pobre Esther y al fondo se ve el acueducto:

Y esta otra que también relata una historia muy parecida de un niño que jugando se cae y la virgen le salva. Como podéis contemplar, sobran las palabras.
