Un
libro como videojuego:
Esta semana salió al mercado un fenomenal dispositivo de Sony para Play Station
3 llamado Wonderbook, un libro en formato físico que permitirá a sus usuarios jugar, disfrutar e interactuar
gracias a la tecnología de realidad aumentada. Y el primer videojuego que
tendrá disponible es ni más ni menos que El Libro De Los Hechizos. Fantástico, ¿verdad?
J. K Rowling contribuyó en este proyecto, de modo que los jugadores podrán
vivir una experiencia sumamente fiel a la historia de Harry Potter y sentirse
un alumno más en Hogwarts. Sin lugar a dudas será una gran ayuda para todos los
lectores que aún tenemos dificultades con algo tan simple como el Wingardium
Leviosa.
Más detalles aquí.
El
dispensador de libros: La librería The Monkey’s Paw ubicada en
Toronto acaba de añadir a sus posesiones un artefacto que ha sorprendido y
encantado a sus visitantes. Se trata de un dispensador de libros que el mismo propietario del lugar junto a un
amigo crearon para ofrecer ejemplares de segunda mano a todos los lectores. La
máquina, llamada Biblio-Mat, te entrega un título cualquiera por tan sólo 2
dólares. Como si estuvieses comprando un snack o una soda, introduces el dinero
y ya está, Biblio-Mat te da uno de los libros almacenados en su interior. Ojalá
se crearan cosas así más a menudo. Quienes no tienen claro qué leer a
continuación lo encontrarán muy útil.
Más detalles aquí (Artículo en inglés).
Chilenos,
¡a leer!: Una encuesta realizada en el país austral
determinó que lamentablemente el 41.5% de los chilenos no leyó ni un solo libro
en el último año. Aunque cabe resaltar que el 7.7% de los encuestados leyó al
menos un libro por mes, la cifra negativa es sin duda la que sobresale y entristece.
Por fortuna conocemos en el blog a más de un chileno incapaz de vivir sin la
lectura, pero hace falta incentivar este hábito mucho más para disminuir tales números y para conseguir que
sea mayor el porcentaje de individuos enamorados de las letras.
Más detalles aquí.
De
poemas, muerte y Ámsterdam: Aunque esta historia no es
reciente, la leí hace algunos días y no podía dejar de compartirla. Resulta que
si una persona muere en la capital de Holanda y no tiene familiares o
conocidos, tendrá un funeral modesto, flores, piezas musicales y un poema
escrito especialmente para ella. Ger Fritz trabaja para el estado haciéndose
cargo de los preparativos para estos
funerales. Además, hace acto de presencia en todos ellos, sumando casi 500 asistencias
en 20 años. Por su parte, el poeta Frank Starik se encarga de escribir un poema
diferente para cada difunto y él mismo se ocupa de leerlo en las honras
fúnebres. La mayoría de las víctimas son drogadictos sin hogar o inmigrantes
que no tienen a nadie que les brinde un último adiós decente. Sin embargo, y
pese a que suene horrible, cuentan con la ‘fortuna’ de protagonizar un poema
dedicado especialmente a cada uno de ellos.
La belleza de morir en Ámsterdam.
Más detalles aquí (Artículo en inglés).