Los sucesores de Isabel la Católica en la España de los Austrias, estuvieron marcados por curiosos hechos durante sus reinados, signados siempre por las conveniencias políticas, entre ellos los matrimonios reales. La costumbre antiguamente era contraer enlace entre los 13 a 16 años en las mujeres y alrededor de los 14 hasta los 17 en los herederos al trono. La edad temprana de estos matrimonios era causa muchas veces de la muerte por parto de las princesas. También el parentesco ocasionaba trastornos mentales en los descendientes, por motivos genéticos.
Uno de los ejemplos es la reina de Castilla doña Juana, que por amor a Felipe “El Hermoso”, manifestó su locura cuando falleció, visitando el féretro de su esposo y no permitiendo su entierro hasta su propia muerte. Otra curiosidad fue el nacimiento del hijo de ambos, Carlos I de Habsburgo, que fue rey de España y también el V Emperador del Imperio Germánico. En aquellos días su madre Juana en estado avanzado de preñez, participó de una celebración cuando sintió los dolores de parto, pero por no dejar solo a su esposo en la fiesta, siempre galante, dio a luz a Carlos I en el retrete del palacio de Gante. Entre las muchas situaciones particulares Felipe II quedó viudo tres veces. Según los relatos acostumbraba durante algunas noches a salir disfrazado, para conocer la opinión de sus súbditos sobre la construcción del Monasterio de El Escorial. Una prueba más de los matrimonios a corta edad de la realeza, es la boda de la princesa Isabel de Borbón con solo 11 años, unida a Felipe IV con 10 años. Son conocidas las infidelidades del rey quien era tataranieto de Felipe “El Hermoso” y tuvo 37 hijos fuera del matrimonio. Su segundo enlace con Mariana de Austria, fue pintado por Velázquez quien plasmó su familia en el cuadro “Las Meninas”, en el Museo del Prado. Una anécdota especial sucedió con el último rey de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II, de quien se comentaba que por su fealdad y por no tener herederos, había sido hechizado. Sus creencias lo llevaban a seguir las recomendaciones de los astrólogos, para procrear. Pero la escena debió ser incomparable, cuando siguiendo el consejo de uno de ellos, desenterró los cadáveres de sus antepasados para abrazarlos, creyendo que así se libraría de su maldición. Dinastía de los Borbones
Las pruebas sobre los reyes que se casaron prematuramente continúan con Felipe V, llamado por su debilidad mental “el enfermo imaginario“, porque ciertos días ordenaba que lo enterrasen ya que se creía un difunto. Otras rarezas eran no cortarse las uñas ni el cabello y encender todas las luces por la noche y oscurecer las habitaciones de día. Lo sucedió su hijo Luis I de Borbón, quien se unió a los 16 años, con Luisa de Orleans que tenía 13 y falleció antes de cumplir un año en el trono. Fue coronado entonces su hermano Fernando VI hijo del segundo matrimonio del rey Felipe V. Se sabe que fue solitario, además de maltratar a sus sirvientes, heredero de problemas mentales con extravíos constantes. Continuando con la dinastía del sucesor Carlos III se comenta que era muy ocioso, pero su hijo el rey Carlos IV casado con su prima Mª Luisa de Borbón, también tuvo su peculiaridad. La reina tuvo diez abortos conocidos y 14 hijos, una mujer adúltera que engañaba al rey con el primer ministro de la corte. Esta familia fue retratada por Goya,cuyo cuadro “La familia de Carlos IV”, se conserva en el Museo del Prado en Madrid. Sobre Fernando VII se cree que envenenó a su esposa estando embarazada, porque no soportaba su presencia. Se casó por tercera vez con su sobrina segunda, quien era princesa de Alemania. Esta unión no fue consumada según se sabe, pero permanecieron juntos diez años. En su cuarta boda se unió a su sobrina carnal buscando un heredero, Mª Cristina de Borbón. Ambos tuvieron como hija a Isabel II y ante la muerte del rey, la viuda se casó en secreto con un capitán de la Guardia Real, con quien tuvo ocho hijos. Por motivos políticos Isabel II fue reina a los 13 años y se casó a los 16 con su primo Francisco de Asís de Borbón, hombre que era objeto de burla por ser afeminado. Pero tuvieron 12 hijos entre ellos su heredero Alfonso XII.
Estas son algunas de las monarquías españolas que se unieron con personas cuyos lazos sanguíneos eran muy cercanos, siempre a corta edad y con consecuencias genéticas por el parentesco.