No es para nada casual que hayan sido mujeres. Mujeres tenían que ser ¿Quien mas si no? ¿A quien culpar del destierro absoluto del paraíso y la condena eterna de ser simples mortales?
Pero tengamos en cuenta que la historieta fue escrita por machos, y si hoy Eva tuviese la oportunidad de dar una conferencia de prensa empezaría por declarar que ella no salio de ninguna costillas y que la serpiente no la obligó a probar de ningún fruto prohibido.
El relato original, el que todos conocemos, no es más que otra mezquindad del hombre y aunque sea una de las novelas más atrapantes escritas por el humano, no deja de ser un atropello que hoy día sigue colaborando con la involución de la raza.
Tenían que ser mujeres y de algo estamos seguros: ni por puta casualidad se le hubiese cruzado por la cabeza a Adan desobedecer las ordenes del mandamos, porque bien sabemos que los machos, por más machos que sean, están condenados al adoctrinamiento, mientras que las mujeres por naturaleza y porque la historia misma de ha encargado de ponerla al margen de la misma historia, tuvieron la valentía y la desobediencia desde siempre y para siempre.
No es casual que hayan sido mujeres. Y de algo estoy seguro: si mi madre hubiera sido Eva, ella hubiera hecho lo mismo y más aún, hubiera dicho a Adan que es un gilipollas y a Dios, con todo el respeto que se merece, que prepare la mesa con mantel y todo porque mi madre hace las tartas de manzana más ricas del jodido mundo.