Revista Cultura y Ocio

Curso sobre ‘Camino de perfección’- Charla 12 (Capítulos 33-37). Padre Nuestro. Padre Nuestro

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Curso sobre el libro «Camino de Perfección» de Santa Teresa de Jesús, impartido por Fr. Pablo Ferreiro OCD. Miércoles alternos, a partir del miércoles 5 de julio a las 20 h. (Argentina)-

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CAPITULOS 33-37

El capítulo 33 es una especie de preludio que nos introduce en el misterio de la Eucaristía y en su arraigo trinitario. El capítulo 34 nos enseña a interiorizar la Eucaristía. El capítulo 35 desarrolla el sentido eclesial de la oración eucarística

CAP. 33 Unir nuestra voluntad a la del Padre es decidirse a actuar en todo como Jesús Santa Teresa al hablarnos de la Eucaristía comienza hablándonos de la dimensión fraterna de la misma Sintetizando estos tres ejemplos que coloca: 1) Compartir con el que tiene hambre 2) Gestar una convivencia sana: renunciando a la murmuración, crítica y juicio sobre los demás. 3) Testimonio coherente de vida. La Eucaristía es para los creyentes una invitación a construir el Reino de Dios, es la fuente de la fraternidad universal. Es serio cuestionamiento a nuestro modo de vivir alienados de la realidad o satisfechos en un bienestar que no tienen todos. Por preocuparse excesivamente por el aspecto ritual de la celebración se descuida que la Eucaristía sea signo de fraternidad, entonces vaciamos a la Eucaristía de sentido. Tiene que comprometernos en la creación de una comunión y solidaridad mayores evitando que nos desentendamos de los demás. La Eucaristía es sacramento del amor “hasta el extremo”, que Cristo nos ha expresado entregando su vida por nosotros. Es fácil decir mecánica y superficialmente «Hágase tu voluntad», lo difícil es el don total de sí. Sin la Eucaristía es imposible. a) Sin Eucaristía nos sería imposible hacer la voluntad del Padre. b) Es el Padre quien nos da la Eucaristía y en ella nos da a su Hijo, para que esté entre los hombres hasta el fin del mundo; para que nutra nuestra voluntad y así hacerse una con la del Padre. c) En esta petición Jesús se asocia a nosotros para pedir al Padre el don eucarístico. De suerte que las dos peticiones “Hágase tu voluntad” y “Danos hoy nuestro pan de cada día” quedan íntimamente correlacionadas.

CAP. 34 Estamos en el capítulo central de las reflexiones de Teresa acerca de la Eucaristía. Aquí despliega su pedagogía para educar al discípulo en la interiorización y vivencia de la Eucaristía. El inicio de la exposición (34, 1-3) da la impresión de ser algo enredada. Teresa se pregunta por qué Jesús ha duplicado la petición “nuestro pan de cada día” y “hoy”. Llega a la conclusión de que “cada día” y “hoy” indican el designio divino: el Padre nos ha dado al Hijo “para siempre”; y ahora le pedimos el Pan de la Eucaristía para el “hoy” de la vida temporal. Tema central: el Señor está “disfrazado”. Jesucristo está «disfrazado», es decir, no está como en la Galilea del siglo I ni como está en el cielo. Teresa no solo respeta sino que también valora la religiosidad popular. Pero eso no significa que acepte cualquier clase de actitud. Por eso llama «bobería» a quienes comulgan y se van en busca de una imagen para rezar, en lugar de encontrarse con quien ha venido a nosotros en la Eucaristía. Esa pedagogía contiene tres actitudes (P. Juan A. Marcos): a) Cerrar los ojos del cuerpo: superar la reducción a los sentidos exteriores. b) Abrir los ojos del alma: abrir los sentidos del alma, para percibir lo profundo. c) Mirar el propio corazón: para ver lo más profundo y valioso del ser humano, lo que nos conecta con Dios, con la verdad y con la vida.

CAP. 35 Los capítulos 33 y 34 han desarrollado los motivos y el alcance de la oración eucarística, ya sea cuando la comunidad o cada uno piden al Padre el “Pan de cada día”, ya sea cuando comulgan. Hay una gran preocupación en Teresa de que la oración o la piedad eucarísticas se reduzcan a momentos esporádicos más o menos intensos. Le interesa mucho que impregnen la vida y la vayan modelando.

CAP. 36 «Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Un nuevo díptico, reúne las peticiones 4° y 5°: quien ha recibido el Pan de la Eucaristía «todo le es fácil», no sólo pedir perdón a Dios, sino garantizarle que perdonamos a nuestros hermanos. Así, la oración hace el recorrido de tres planos decisivos para la vida del cristiano y del orante: el misterio de la voluntad de Dios, el misterio de la Eucaristía y el misterio del perdón. El hecho de colocar el perdón a la altura de la Eucaristía y de la inmersión en la voluntad de Dios, da idea de su importancia. Teresa sabe que el camino del perdón y la reconciliación es un largo proceso que nadie puede cumplir inmediatamente, por eso hace falta la «determinación» para arribar a conceder el perdón. (Ver materiales ofrecidos en drive: «El arte de perdonar»).

Curso sobre ‘Camino de perfección’- Charla 12 (Capítulos 33-37). Padre Nuestro. Padre Nuestro


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