Curso sobre el libro «Camino de Perfección» de Santa Teresa de Jesús, impartido por Fr. Pablo Ferreiro OCD. Miércoles alternos, a partir del miércoles 5 de julio a las 20hs (Argentina)-
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CAPÍTULOS 4-7
Para Teresa de Jesús: «Y si este mandamiento divino se cumpliese en el mundo como se debe, creo aprovecharía muchísimo para cumplir los demás. Pero, más o menos, nunca terminamos de cumplirlo perfectamente». (4, 5) «Aquí todas han de ser amigas, todas se han de querer, todas se han de ayudar» (4, 7). -Referencia cristológica: -«¡Oh amor precioso, que va imitando al capitán del amor, Jesús, nuestro bien!» (6, 9). -«se parece y va imitando este amor al que nos tuvo Jesús, el buen amador» (7, 4). Propone la educación de la afectividad: «pero esto hay que hacerlo con industria y con amor, nunca con rigor» (4, 9). -Teresa entiende que es un largo proceso que debe ser guiado por el amor y la inteligencia de quien acompaña el crecimiento de cada persona. «Amemos las virtudes y lo bueno interior, y siempre con estudio traigamos cuidado de apartarnos de hacer caso de esto exterior». (4,7) -Características de la amistad según Teresa: -«Esta es la manera de amar que quisiera que nos tuviésemos nosotras. Aunque al principio no sea tan sublime, el Señor la irá perfeccionando. Comencemos en los medios que, aunque lleve algo de apego, no dañará, si es más bien algo general» (7, 5). -«Este amor es sorprendente: qué apasionado es, qué de lágrimas cuesta, qué de penitencias y oración, qué cuidado de encomendar a todos que rueguen por esa tal alma, qué deseo constante de no tener otro contento que verlo aprovechar». (7, 1). -«El mayor placer que puede tener en su vida es verlo crecer y que no retrocede en el servicio del Señor» (7, 1). -«Su corazón no soporta tratar con doblez, porque si ven que tuercen el camino, inmediatamente se lo dicen, lo mismo algunas faltas. No pueden obrar de otra manera. Y como en esto no van a cambiar no les dedican ninguna adulación, ni les disimulan ninguna falta: o se enmiendan o dejan la amistad» (7, 4). -«Es bueno, y algunas veces necesario, mostrar algo de ternura y aun tenerla, y sentir los problemas y enfermedades de las hermanas, aunque sean pequeños…» (7, 5). -«Miren que importa mucho este aviso para sabernos condoler de los problemas del prójimo, por más que sean insignificantes». (7, 6). -«Procuren también disfrutar con las hermanas en la recreación, no solo en el horario que tenemos por costumbre, sino también cuando tienen necesidad, aunque no sea a gusto de ustedes, que yendo con atención todo es amor perfecto. Así que es muy bueno que unas se apiaden de las necesidades de las otras». (7, 7). -«Y sepan distinguir cuáles son las cosas que se han de sentir y apiadar de las hermanas. Siempre sientan mucho las faltas de las hermanas que son notorias. Y aquí se muestra y ejercita bien el amor en sabérsela soportar y no asombrarse de ella, que así deben estar haciendo las demás con respecto a las propias faltas, que, aunque aún no las entiendan deben ser muchas más. Encomiéndenla mucho a Dios y procuren practicar perfectamente la virtud contraria de la falta que ha cometido la otra…» (7, 7). -«Si lo que le mandara la priora piensa que es duro, no lo manifieste ni dé a entender a nadie, si no fuera a la misma priora, diciéndolo con humildad, porque si no hará mucho daño». (7, 7). -«También es muy buena demostración del amor, el procurar aliviarles el trabajo de los oficios de la casa y asumirlo una misma». (7, 9) -«Otra demostración de amor es el alegrarse y alabar mucho al Señor al ver el crecimiento en virtudes que se ve en cada hermana». (7, 9) -«Si, por casualidad, se dijese impulsivamente una palabra ofensiva, busquen inmediatamente el remedio y oren mucho. Y en cualquiera de estas cosas que dure, o que generen incipientes bandos, o pretensión de ser más que las otras, o puntitos de honra (mientras escribo esto o pienso que en algún tiempo puede suceder se me hiela la sangre, porque este es el principal mal de los monasterios), cuanto esto suceda dense por perdidas. Piensen y estén seguras que echaron al Esposo de la casa que necesita buscarse hospedaje porque lo desalojaron de su propia casa». (7, 10) -«¡Oh qué bueno y verdadero es el amor de la hermana que puede aprovechar a todas, olvidando su propio interés, avanzará mucho en todas las virtudes y cumplirá con gran perfección su Regla!» (7, 8).