Revista Cultura y Ocio

Curso sobre ‘Camino de perfección’- Charla 9 (Capítulos 23-25)

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Curso sobre el libro “Camino de Perfección» de Santa Teresa de Jesús, impartido por Fr. Pablo Ferreiro OCD. Miércoles alternos, a partir del miércoles 5 de julio a las 20 h. (Argentina)-

  • Materiales del curso en este enlace
  • Texto de Camino de Perfección en este enlace.
  • Otras charlas del curso en este enlace.

CAPÍTULOS 23-25

CAPÍTULO 23

Nuevamente Determinada determinación: «Pues hablando ahora de los que comienzan a ser siervos del amor (que no me parece otra cosa determinarnos a seguir por este camino de oración al que tanto nos amó)…» (V. 11, 1) ¿Dónde está la clave del cambio? ¿Qué se necesita para que nuestra determinación sea una constante y no un entusiasmo pasajero? En primer lugar: dejar la autosuficiencia: (V. 9, 1 – 3) La clave de ese momento fue un acto de total confianza en Cristo. Ha dejado la autosuficiencia porque ha descubierto el rostro de Dios en Jesucristo. En segundo lugar: dejar la autorreferencialidad Autosuficiencia y autorreferencialidad son obstáculos muy serios para la oración porque lo son para el seguimiento de Cristo. San Juan de la Cruz llama a la autorreferencialidad falta de «paladar». «Porque la causa de esta sequedad es porque muda Dios los bienes y fuerza del sentido al espíritu, de los cuales, por no ser capaz el sentido y fuerza natural, se queda ayuno, seco y vacío. Porque la parte sensitiva no tiene habilidad para lo que es puro espíritu, y así, gustando el espíritu se desabre la carne y se afloja para obrar… porque, habiendo tenido el paladar hecho a esotros gustos sensibles… no puede sentir el gusto y bien espiritual, sino la sequedad y sinsabor» (Noche oscura I, 9, 4) «Y por eso, cuanto más altas palabras decía el Hijo de Dios, tanto más algunos se desabrían por su impureza, como fue cuando predicó aquella sabrosa y amorosa doctrina de la Sagrada Eucaristía, que muchos de ellos volvieron atrás» (Jn. 6, 60-67). (Llama de amor viva B 1, 5) Imagen de Dios: La imagen que Teresa tiene de Dios no es aprendida ni heredada. Es acogida en Jesucristo. «La intención esté firme, que mi Dios no es nada susceptible: no anda mirando menudencias. De esta manera Él tendrá algo para agradecerles. Eso es dar algo». (C. 23, 3)

CAPÍTULO 24 Prepararnos para el encuentro orante. Como quien se prepara para acoger a un amigo o familiar que viene a visitarlo. «Para dar comienzo a la oración, ya saben que Su Majestad enseña que sea en soledad, porque así lo hacía Él siempre que oraba» (24, 4) Para que la oración, incluso la vocal, sea auténtica se necesita avivar la relación personal con Cristo o Dios Padre; y con ello despertar la atención al Otro, a aquel que va dirigida nuestra oración. «Lo que nosotros podemos hacer es procurar estar a solas y quiera Dios que sea suficiente, como digo, para que entendamos con quién estamos y qué nos responde el Señor a nuestras palabras». (24, 5) Hay veces que no podemos orar: «Hago una salvedad: hay temporadas en las que, o por el mal de los humores, en especial si es persona que tiene melancolía, malestar en la cabeza que aunque más lo procura, no puede; o que Dios permite días de grande tempestades en sus siervos para mayor bien suyo, y aunque se afligen e intentan calmarse, no pueden, ni están en lo que dicen, aunque más hagan, ni se concentran en nada, pareciera que están agitados, se los percibe alborotados». (24, 4) ¿Qué hace en estas situaciones? «Y no se angustie, que es peor; tampoco se canse intentando concentrarse, porque en ese momento no puede, más bien rece como pueda. Incluso no rece, sino que, como persona enferma procure dar alivio a su alma: dedíquese a acrecentar otra virtud». (24, 5)

CAPÍTULO 25 Potencialidad de la oración vocal: cuando la oración vocal es bien realizada, esta es capaz de hacer que el discípulo sea introducido por el Señor en la contemplación. «No piensen que se gana poco con rezar vocalmente con perfección, por eso les digo que es muy posible que, estando rezando el Padrenuestro u otra oración vocal, el Señor los introduzca en la oración contemplativa plena» (25, 1) Protagonismo del Señor en la oración: «Entiende que, sin ruidos de palabras, este divino Maestro le está enseñando, suspendiendo las potencias, porque antes serían un obstáculo si llegasen a obrar. Gozan sin saber cómo gozan… Esta, hijas, es la contemplación perfecta». (25, 2) Oración mental/personal: «…pensar y entender qué hablamos, con quién hablamos y quiénes somos los que nos atrevemos a hablar con tan gran Señor. Pensar esto y otras cosas semejantes, por ejemplo, lo poco que le hemos servido y lo mucho que estamos obligados a servir, eso también es oración mental». (25, 3) TERESA, COMO EXCELENTE PEDAGOGA, QUIERE QUE SUS LECTORES NO SE LIMITEN A “REZAR BIEN”, NI SE CONFORMEN CON LA “ORACIÓN MENTAL” SINO QUE APUNTEN A LA GRAN MADUREZ DE LA ORACIÓN CRISTIANA: LA CONTEMPLACIÓN.

Curso sobre ‘Camino de perfección’- Charla 9 (Capítulos 23-25)


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