Lugar: Sala El Sol. Madrid
Fecha: 11 abril 2013
Asistencia: 300 personas
Artistas Invitados: -
Precio: 11 euros
Cyan reivindica su sitio, llama a la puerta para salir, no para entrar. Porque a la formación barcelonesa le atosigan las costuras, le aprietan los muros, le agobian las vigas. Y necesita aire, espacio, metros cuadrados. Tanto en lo musical como en lo literalmente físico, la banda se expande y apuesta por el amplio espectro. Cyan quieren ser grandes y casi sin darse cuenta han dejado de ser pequeños.
La cosa es que este jueves presentaron en Madrid su segundo álbum, 'Delapso', publicado hace un par de meses, en una Sala El Sol abarrotada tanto por fans acérrimos, que los hay, como por algunos que otros asistentes curiosos, como por colegas musiqueros como Juan y Eva de Amaral, los chicos de Dinero, los chicos de The Noises y alguno más por ahí.
Y la cuestión es que el concierto fue todo un señor reventón, una de esas noches en las que aunque sabes que te vas a enfrentar a un buen grupo con mimbres, terminas sorprendiéndote por el potencial exhibido desde el escenario y por la respuesta de un gentío que acude con los deberes hechos y sabiendo perfectamente lo que tiene entre manos.
Liderados por Javier Fernández, enganchan al gentío con su rollito cinemático, épico y de alguna manera grandilocuente, con sus claras referencias musicales a tótems de estadio como U2 o Coldplay. Pero también, claro, con canciones como 'Aquitania', 'Síndrome de París', 'Volando eléctrico' y 'Enfilando tu hoguera', que ganan músculo en directo mientras el vocalista se emplea también a fondo con el piano y corretea lo que puede por el estrecho escenario.
'En mi nave', de su primer disco, precede a 'Ballet mental' y 'Philippe Petit', que a su vez dan paso al momento álgido de la noche alcanzado gracias a esa canción de airada redondez que es 'Turistas heridos', un nada humilde tratado de pop rock de estadio de grandes coros que permite visionar con facilidad la pertinencia de un futuro cercano en espacios abiertos y mayores audiencias por una sencilla cuestión de justicia no precisamente poética.
La velada finaliza en algo menos de hora y media con satisfacción generalizada y 'Te deslizas', tema bailón que ejerce de resultón colofón, mientras la banda saca los martillos y derriba los muros que les oprimen, que les angustian, que les ahogan. Porque Cyan quieren ser grandes y casi sin darse cuenta han dejado de ser pequeños.