Revista Cultura y Ocio

Cyrano de Bergerac

Por Airin

Cyrano de Bergerac

A todos nos suena la figura nariguda de Cyrano de Bergerac, una obra maestra del género teatral francés de finales del siglo XIX. Lo que yo no sabía, es que Cyrano (1619- 1655) realmente existió, nació vivó y murió como el resto de los mortales. Fue un poeta y dramaturgo, de la quinta de Moliére. El hecho de que Edmond Rostand (1868- 1918), el escritor de la obra que posteriormente le daría más fama aún, se fijara en él fueron los numerosos duelos en que se metió, así como sus actitudes críticas frente a la iglesia y la nobleza.

La historia nos cuenta lo siguiente: Cyrano es muy muy elocuente es un gran poeta y por supuesto un provocador que va generando enemigos allá donde va, aunque no debemos olvidar que tiene unos pocos amigos muy fieles y es miembro del regimiento de los gascones. A pesar de todo esto, Cyrano estaba muy acomplejado con su nariz, nadie podía hablar de ella en su presencia ni hacer ninguna alusión a narices ni olores. Luego tenemos a su prima, Roxanna, la chica de la obra, ingeniosa joven y muy muy guapa. A Cyrano le gusta Roxanna claro está pero a Roxanna le gusta Christian, un cadete del regimiento de Cyrano que es joven y guapo pero no tiene ni un ápice de locuacidad y/o ingenio, carácterísticas que debe de tener Christian si quiere enamorar a Roxanna. Total, que Cyrano ciego de amor hace un trato con Christian. Cyrano escribirá las cartas y las poesías amorosas que deben llegar a Roxanna, pero al final las mismas estará la firma de Christian. En medio de todo este embrollo está un conde arrogante que va también detrás de Roxanna, que ya hemos dicho que era muy guapa, e intenta putear (dicho objetivamente) a Cyrano. Y no nos olvidemos de la guerra. Cyrano y Christian se van a la guerra, y el apestoso de De Guiche, que así se llama el sujeto, se va también, claro está. En medio de la hambruna guerril aparece Roxanna con un viejo amigo de Cyrano y un montón de alimentos para las tropas. Y aquí es dónde pasa un trágico episodio que no voy a contar aunque me tenga que morder la lengua por que sino, destriparía toda la obra y no, hay que leerla.

Es una trágica y apasionante historia de amor, donde la poesía juega el papel protagonista. Espero que la leáis, por que su lectura es sencilla y muy bonita.

Su autor, Edmond Rostand adquirió fama internacional con esta obra, la cual ha sido llevada al cine en numerosas ocasiones. La que vi yo, justo después de acabar de leerla, es la que tiene a Gerard Depardieu como protagonista dirigida en 1990.

Cyrano de Bergerac

 

Mosquetero (refiriéndose a Cyrano): ¿De su nariz podemos ya hablar con él delante? ¡Qué olor tan penetrante! (A Cyrano)
¿Vos no lo habéis notado?¿No os llega el tufazo? ¿A qué diréis que huele?
Cyrano (husmeando): ¿A qué huele? (le abofetea) ¡A tortazo!

Toda una declaración de amor: (en su forma original están en verso, aquí en prosa por un asunto práctico)

Cyrano: Verdades. Todas las he guardado para vos, mas tomadlas sin ningún ornamento: os amo de tal forma que me falta el aliento. Te adoro, te idolatro, te siento a flor de piel. Tu nombre va en mi pecho como en un cascabel y, como el alma mía jamás está serena, el cascabel se agita, y tu nombre resuena. De ti me lo sé todo, y aun más de lo que callo: sé que el año pasado, un catorce de mayo, saliendo de mañana, te soltaste el cabello, y era tal su hermosura, tal su destello, que, como cuando miras al sol de reojo y todo en torno tuyo adquiere un halo rojo, cuando aparté la vista de tu melena ardiente, todo lo que miraba se encendió de repente.
Roxana (con voz trémula): Eso es amor
Cyrano: Sin duda. Sé que este sentimiento que me invade terrible, y me azota violento, es amor: tiene todo su furor de conquista, pero no lo es, sin embargo, un amor egoísta. Por saberte dichosa, yo mi dicha perdiera, aunque tú no llegaras a enterarte siquiera, con tal de contemplar, de lejos, un minuto, una sonrisa tuya de mi desdicha fruto. Cada vez que me miras, yo siento en mí nacer alguna virtud nueva… ¿Empiezas a entender, a comprender ahora? ¿Ves clara la verdad? ¿Puedes sentirme el alma en esta oscuridad?

¡Qué mujer se resiste a estos versos!
 


La banda sonora es de lo mejor, el tema principal recuerdo que me gustó mucho. Os lo dejo aquí abajo, lo único malo es que no tiene imágenes pero para ponernos en situacón, se puede escuchar mientras se lee la entrada. Por cierto, que ya se me olvidaba, el creador de la banda sonora es Jean-Claude Petit.


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