Czesky Krumlov, la ciudad más bonita de República Checa

“Viajar es marcharse de casa, es vestirse de loco diciendo todo y nada en una postal. Es dormir en otra cama, sentir que el tiempo es corto, viajar es regresar.” (Gabriel García Márquez)

Praga es bonita, muy bonita, pero si tenemos que elegir una ciudad para otorgarle el premio de “Miss República Checa” sin duda elegiríamos a Czesky Krumlov, para nosotros la ciudad más bonita de la República Checa.

A simple vista, en fotos, te parece bonita, pero de un bonito “normal”, bonita como otras tantas ciudades ya vistas, pero una vez allí no puedes dejar de asombrarte, es de esas ciudades que gana “in situ”, de esas ciudades en las que las fotos y las palabras no la hacen justicia.

Czesky Krumlov, junto a Sintra en Portugal, han sido de las ciudades que más nos han asombrado sin esperar, en un principio, nada de ellas.

• ¿Cómo llegar? Nosotros alquilamos un coche tal y como explicamos en nuestra entrada de Karlovy Vary. Nuestro recorrido fue: Praga- Czesky Krumlov; Czesky Krumlov – Karlovy Vary; Karlovy Vary – Praga. Para aquel que no le guste mucho conducir tengo que confesar que es una paliza, de todas formas ánimo a aquellos valientes que se atrevan. Si no es tu caso hay autobuses que salen desde la estación de Florenc (Praga) con la agencia que os comentábamos en la otra entrada  (Student Agency) por 15 € ida y vuelta en unas 3 horas (el autobús te deja en el punto 6 del mapa que ponemos a continuación).

¿Qué ver? Cómo siempre os dejamos un mapa con un recorrido con las cosas que hay que ver en Czesky Krumlov. Aunque por primera vez os digo que no hace falta mapa, Czesky tiene encanto por si sólo. Os invito a perderos por sus calles, investigarlas a fondo, descubrir rincones… Es un pueblo muy pequeño qué vais a recorrer en poco tiempo asique merece la pena que os dejéis llevar.

1. Parking gratuito. Dejaremos a un lado la fábrica de cerveza Eggenberg.

2. Castillo de Czesky Krumlov: A medio camino entre castillo medieval y palacio ocupa el segundo puesto en el ranking de “castillos emplazados en acantilados más altos de República Checa” solo siendo superado por el castillo de Praga.

Una vez cruzamos la puerta roja de entrada nos encontraremos con el foso del castillo, uno muy curioso puesto que, lejos de estar relleno de agua, da cobijo a un par de osos pardos. Es el único foso que he visto habitado por estos animales.

Cruzaremos el puente que divide el foso en dos y una vez dentro del primer patio lo que más nos llamó la atención fueron las paredes, ninguna estaba decorada con columnas o ladrillos reales, todo está pintado, cualquier detalle en el que nos fijemos no estará ahí realmente, tan solo es un dibujo.

Si seguimos nuestro camino hacia delante pasaremos por varios miradores, pero el más extenso es el del puente na plášti, puente que cubre los cuatro pisos del castillo flotando entre medias de los dos edificios que comunica (el propio palacio y las instalaciones de los jardines palaciegos) como si fuera otro edificio más. Las mejores vistas de la ciudad se obtienen desde aquí, tendréis unas fotos de película y una imagen preciosa que guardar en la retina: todos los edificios de la ciudad siendo rodeados por el río Moldova, y es que el meandro del río es tan pronunciado que casi encierra a la ciudad en una isla.

La entrada a los patios, el puente y los jardines es gratuita, pero también podéis hacer otro tipo de visitas como la subida a la torre del castillo por menos de 2 €, o el teatro barroco que cuesta aproximadamente unos 10 €.

La visita al teatro barroco es recomendable (aunque nosotros preferimos dedicar más tiempo a perdernos por las calles de la ciudad) ya que es uno de los teatros barrocos mejor conservados del mundo junto al Palacio de Drottningholm en Estocolmo. El problema residía en que este tipo de teatros usaban velas como iluminación y la mayoría de ellos acabaron ardiendo.

Los jardines, por su parte, están divididos en dos estilos, la parte superior de estilo inglés y la parte inferior más francesa.

Pero este pueblo no es tan de “cuento de hadas” como parece, y es que Czesky Krumlov tiene una historia oscura. Como siempre hacemos en el blog no os voy a aburrir con detalles artísticos o fechas,  pero si os contaré lo que más nos gusta, las historias curiosas, o historias de fantasmas. Y como buen castillo, el de Czesky Krumlov no podía ser menos.

Los hechos históricos (reales) cuentan la historia de Julio César de Austria (no confundir con el archiconocido romano), el hijo del Emperador Rodolfo II. Don Julius, como era más conocido, no era un hijo modelo precisamente, su pasión por la bebida y los prostíbulos no eran un secreto, y acabó siendo desterrado al Castillo de Czesky Krumlov por haber asesinado a varios de sus criados.

Aquí conoció a Markéta Pichlerová, la hija de un barbero, esta fue entregada a Don Julius por su madre con la esperanza de casarla con alguien de alta alcurnia. Lejos de esto Don Julius, una noche, la asestó varias puñaladas y una vez la creyó muerta la tiró por la ventana. La buena suerte hizo que se salvara al caer sobre un montón de basura.

Más adelante, como Julio no había encontrado otra muchacha de su agrado para sustituirla, exigió a sus padres el regreso de Markéta jurando que jamás la volvería a hacer daño, los padres no tuvieron opción ya que si no lo hacían Don Julius acabaría matando al propio barbero. Esa misma noche Julio la asesinó de forma cruel, según documentó el propio gobernador de Krumlov “Don Julius le cortó las orejas y le quitó un ojo, le hizo saltar los dientes con la mandíbula, y le fraccionó el cráneo hasta que el cerebro se derramara sobre el lecho …”.

Cuando Rodolfo se enteró de los actos que su hijo había cometido lo mando encerrar en una cámara del castillo. Un año después Don Julius moría, según dicen asesinado y emparedado. Aunque más tarde se descubrió que Julio padecía esquizofrenia, murió por causa de una neumonía y fue enterrado cerca de los restos de la hija del barbero en el monasterio minorita.

Actualmente la gente dice que ve el fantasma de Julio andando por el castillo, o a Markéta en el edificio de la barbería.

3. Plaza del Ayuntamiento y columna de la peste: Otro símbolo de esa oscuridad que esconde esta ciudad de cuento podemos encontrarlo en el ayuntamiento, el edificio blanco de la plaza. Si nos fijamos bien hay un emblema con una cabeza y un cuervo junto a los ojos. Esta imagen representa la batalla de Győr, dónde el líder de los otomanos fue decapitado por la familia alemana que daba nombre a la batalla, después un cuervo apareció acabando con sus ojos. Los sótanos albergan el Museo del Derecho de la Tortura con casi 100 instrumentos expuestos e incluso el video de la quema de una bruja.

La Columna Mariana de la Plaga fue erigida para dar las gracias a la virgen y San Roque porque la peste no llegó a Czesky Krumlov.

4. Iglesia de San Vito: Junto con el castillo es el otro monumento más destacado de la ciudad.

5. Puerta de Budejovice: Traspasando la puerta a mano izquierda vivía el verdugo de la ciudad a quien estaba prohibido vivir dentro de la muralla. Se encuentra al final de la calle Latrán, conocida por ser la calle de los comerciantes y artesanos.

No importa en qué época viajéis, seguro que Czesky os recibe con sus mejores galas. Nosotros fuimos en Octubre y la vimos con un manto colorido de hojas en tonos ocres, si vais en invierno la postal con nieve o niebla tiene que ser de lo más curiosa, en primavera con los colores vivos, y en verano tiene lugar el Festival de la Rosa de Cinco Pétalos, en este evento la ciudad da un salto atrás en el tiempo hasta la Edad Media.

Si estás realizando una ruta por República Checa puedes pasarte por los anteriores enlaces dónde hablamos de Praga o Karlovy Vary. Como siempre, si os ha servido de ayuda la entrada u os ha gustado podéis dejarnos un comentario, o seguirnos en twitter y facebook para seguir actualizados con las nuevas entradas.