“«Hay medidas que se pueden tomar sin coste y que mejorarán las condiciones de vida de la gente». Son palabras recientes de Pablo Echenique, candidato de Podemos a la presidencia de la Diputación General de Aragón en la autonómicas del 24 de mayo. Son palabras que, además, ejemplifican a la perfección el nuevo tono que el partido adoptará durante la campaña electoral. De el discurso incendiario y las proclamas populistas propias de un partido protesta de manual, se tenderá a evolucionar a un discurso más centrado y basado en propuestas concretas facilmente «encapsulables» en un «twitt» de 140 caracteres. De la retórica de extrema izquierda y las alabanzas a la Venezuela bolivariana a un discurso concentrado en atraer a los desencantados del bipartidismo, tanto de derechas como de izquierdas, que han proliferado durante una crisis cuyas secuelas aun sufre buena parte de la población“.
Se conoce que del “yo soy comunista” del líder carismático y universitario, pasamos al “yo soy de centro”, que se conjuga difícilmente con las ideas de llevar armas o de partir la cara al que roba una mesa de mezclas, perlas con las que nos vino ilustrando estos últimos meses el ínclito profesor de la Complutense. Se desploma en las estadísticas, algo que era hasta cierto punto, previsible, y no puedo decir que no me alegre de ello; aún espero que de aquí a las generales, recupere el sentido común la mayor parte de la población, a la que es suficiente con que le disminuya el cabreo ocasionado por las dos grandes formaciones.