Eladio Fernández, ex coordinador provincial de los socialistas en Orense, se ha pasado al PP, partido con el que dice que "comparte ideas, proyecto y objetivos". El caso sirve para demostrar con claridad meridiana algo que millones de españoles sospechan: que los políticos españoles, sin demasiada ideología y mucho apego al poder, son capaces de militar en cualquiera de los partidos que se reparten el poder y los privilegios en España.
La lógica dice que es imposible que un político socialista pueda militar en el PP porque ambos partidos ocupan casi los extremos del espectro y están separados por ideologías contrapuestas, pero España es diferente y aquí todo es posible.
La única explicación posible es que en España no existe una autnetica democracia, ni siquiera verdaderos partidos políticos que defiendan ideas, concepciones y propuestas, sino falanges compactas, sin otra ideología que el poder y dispuestas a conseguirlo como sea.
Esa vulgar ausencia de democracia y de ideología explica que el PSOE de Zapatero sea capaz de gobernar en coalición con cualquier partido político, incluso con los que deberían encontrarse a distancias ideológicas insalvables. el PSOE gobierna con la derecha en algunos municipios, con los nacionalistas extremos, militantes independentistas, en lugares como Cataluña y Galicia, y que hasta sean capaces de mantener lazos con batasunos en el País Vasco.
Tampoco hay dificultades para integrar coaliciones con corruptos, como ha quedado demostrado en Mallorca y en numerosas ciudades, como Sevilla, donde el PSOE gobierna la ciudad con un equipo de Izquierda Unida que ha protagonizado todo tipo de abusos, arbitrariedades y corruptelas.
El fenómeno no afecta en exclusiva a los socialistas, aunque su versatilidad ideológica y traiciones a los principios de la izquierda parecen imposibles de superar. El PP también apetece el poder de manera desmesurada y es capaz de hacer demasiadas barbaridades para conseguirlo. En el pasado ha compartido el poder con nacionalistas y sigue dispuesto a hacerlo, si con esa alianza conquista la Moncloa. Algunos altos dirigentes actuales del PP militaron antes en otros partidos de ideología diferente e, incluso llamaron a las puertas de partidos nacionalistas para pedir asilo, deslices que hoy están cuidadosamente silenciados en sus biografías oficiales.