Revista Política

Dª Soraya Rodríguez

Publicado el 26 febrero 2014 por Alejandropumarino

Dª Soraya Rodríguez

Dª Soraya Sáenz de Santamaría es trabajadora, y hace sus deberes, informándose en las debidas fuentes, de los datos que precisa en su actividad parlamentaria. La Sra. Sáenz, en su rifirrafe particular con su tocaya socialista, conminó a la política en la oposición, a dejarse de elitismos toda vez que ambas habían estudiado en un Instituto de Bachillerato público, concretamente el José Zorrilla de Valladolid. La información esgrimida por la popular procedía de las páginas web del partido y de la interesada, y cuyos contenidos fueron rápidamente modificados, toda vez que la Sra. Rodríguez acudió siempre a colegios privados y religiosos, como se comprobaría más tarde.

Sin entrar en el hecho de que contar mentiras en un político debería suponer la dimisión automática de los cargos que ostentase, como sucede en otros países de mucha más tradición democrática, el hecho evidencia los complejos que acompañan a quienes calificamos cariñosamente en este espacio de pseudoprogresistas de Armani y Visa Platino, y es que el haber cursado estudios en un colegio religioso no parece que invalide a nadie para tener unas ideas que encajen mejor en el PSOE que en otra formación política. El problema reside en pretender aparecer ante el pueblo que los vota, como los descamisados de siempre, sufridores de la opresión ejercida por el capitalismo feroz utilizando el recurso dialéctico fácil de calificar de fascistas a quienes opinan de modo distinto al políticamente correcto por ellos mismos establecido, avergonzándose, a la vez, de sus orígenes o de su relación con conspicuos de formaciones políticas diferentes. Mentir en los curriculum es prácica habitual en el PSOE, desde el Sr. Blanco, que rebajó su licenciatura en Derecho a “estudios”, pues jamás llegó a pasar de primer curso, a las supuestas licenciaturas en Derecho y Ciencias Políticas que la Sra. Valenciano, profesional del PSOE desde siempre, nunca llegó a terminar. Ahora le ha tocado el turno a Dª Soraya Rodríguez que se autorretrató ante todo un país de la vergüenza que le ocasiona haber acudido a un centro privado y religioso en su infancia y adeolscencia, quedando en una difícil posición por dos motivos: En primer lugar por lo que señalábamos antes sobre las dimisiones: Faltar a la verdad debe acompañarse automáticamente del abandono de toda responsabilidad pública; y en segundo lugar, porque acba de cargar la escopeta de su tocaya, la Sra. Sáenz quien, estoy seguro, disfruta de una excelente pntería. No le arriendo la ganancia.

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas