Daihatsu y sus utilitarios

Dumpex SA fue el importador oficial de la marca japonesa Daihatsu para Argentina. Los vehículos que pronto se vieron en las calles del país fueron los furgones y las camionetas. Estos pequeños utilitarios se ganaron una importante franja del mercado interno. En la vieja publicidad veremos el Daihatsu Cab Van y el Daihatsu Wide Cab.

Publicidad publicada en el diario Clarín en el año 1980.

La primera versión que llegó a Argentina de estos dos utilitarios fue el 55 Wide. Ya en el año 1979 arribaron las primeras unidades y esta publicidad hace mención para el año 1980, pero a principios del mismo. En aquel momento en las publicidades, de todos estos modelos importados, estaba su precio en dólares, y a veces en Pesos Ley 18.188, moneda argentina de curso legal.
El dato comparativo es que la camioneta costaba 10.866 dólares, que en enero de 1980 eran 18.032.127 Pesos Ley. Mientras que el furgón costaba 11.463 dólares y en Pesos Ley eran 19.022.848. Para comparar encontré los precios de los cero kilómetros de vehículos argentinos del mes de agosto de 1980 en el número 9 de la revista Su Auto. Ahí me encontré que el furgón Citroën AK 400 costaba 24.180.644 Pesos Ley y el furgón Renault 4F 26.217.511 Pesos Ley.
Los dos furgones de producción nacional eran los más baratos y los más cercanos al segmento de los Daihatsu, aunque no fueran exactamente lo mismo. La idea es tener una noción de los valores del mercado argentino en el año 1980. Además estos Daihatsu no tenían competencia directa de utilitarios fabricados en Argentina.
Seguramente muchos lectores habrán oído que estos vehículos traían dos motores como repuesto. Entre las versiones, e historias, al respecto la más veraz que me dijeron es que en realidad había un hueco legal en el tema de los aranceles aduaneros. Al parecer si un motor completo estaba dentro de uno de los vehículos, presumiblemente los Daihatsu Cab Van, pagaba un arancel muy bajo, o nada.
El importador usó esto para traer motores como repuestos, ya que importarlos por separados estaba gravado con un arancel alto. Incluso parece que los motores ingresaban con su correspondiente documentación, pero no estaban asociados al vehículo que los transportaba a Argentina. Tal vez venga de ahí la confusión, o leyenda urbana, de ver los motores completos dentro de los furgones.
Tampoco digo que esta sea la verdad, sino que de todas las historias que me han contado es la que tiene un viso de realidad. Cuánto duró este artilugio legal, o cuándo cambiaron las normativas arancelarias, no lo sé. Pero explicaría algo esa historia de los dos motores de los utilitarios Daihatsu.
Lo cual no quita que no sea un tema para seguir investigando y tal vez en el camino encontrar un documento que avale estos dichos de tazas aduaneras y la forma de entrar repuestos más baratos al país. No sería la primera vez que un importador hace este tipo de maniobras. Durante esa apertura de la importación de vehículos sucedieron cosas más que llamativas…
La vieja publicidad, que tuve el tino de guardar por años en un archivo personal, apareció publicada en el diario Clarín el 11 de enero de 1980. Nos sirvió para dejar documento de cómo eran esos pequeños utilitarios que nos asombraron, por su rendimiento y capacidad de carga, a los argentinos en aquellos años.
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Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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