A partir del día 3 de enero de 2025 y hasta el viernes 17, el mundo del motor centrará sus miradas en lo que suceda en Arabia Saudí, entre las ciudades de Bisha y Shubaytah, salida y meta de la carrera off-road más dura del mundo: el Rally Dakar. La competición discurrirá por distintos tipos de terreno, tan diferentes como dunas y pistas rápidas plagadas de rocas, en un recorrido compuesto por aproximadamente 7.800 kilómetros, de los cuales 5.200 serán contra el cronómetro.
Aunque el Dakar se ha disputado en el mismo país desde 2020, la organización ha ido variando el recorrido cada año. Esta edición, el Rally-Raid contará con 480 kilómetros cronometrados más de especial con respecto a la de 2024, y la mayor parte de las etapas tendrán un recorrido total superior a los 500 kilómetros, lo que convierte cada día en un desafío lleno de exigencia donde pilotos, copilotos y mecánica tendrán que dar lo mejor de sí mismos.
El equipo "The Dacia Sandriders" cuenta con absolutos especialistas en el Rally Dakar, como Nasser Al-Attiyah (cinco victorias absolutas en el Dakar en la categoría de coches y 20 participaciones), Cristina Gutiérrez (victoria en la categoría Challenger 2024 y ocho participaciones) y Sébastien Loeb (28 victorias de etapa y ocho participaciones). Sin embargo, ninguno de sus éxitos habría sido posible sin la ayuda de sus respectivos copilotos, que en esta edición son Edouard Boulanger, Pablo Moreno Huete y Fabian Lurquin, respectivamente. Desde el asiento de la derecha, ellos son los encargados de dar las instrucciones sobre la ruta a seguir en cada momento, contribuyen a resolver problemas mecánicos durante el recorrido y, en ocasiones, pueden llegar a ejercer de psicólogos cuando las cosas no salen bien, o durante los largos enlaces desde y hasta el campamento.
"Un año más, el Dakar vuelve a aumentar su dureza para tratar de que nos enfrentemos a la edición más difícil... y ya venimos de un Dakar 2024 que fue muy exigente", explica Moreno Huete, que se estrena en la categoría T1+ junto a su buena amiga Cristina Gutiérrez, a bordo del nuevo Dacia Sandrider. "En esta edición se ha aumentado la distancia que hemos de recorrer, lo que supondrá una exigencia extra no solo para piloto y copiloto, sino también para el coche a nivel mecánico, tanto por la demanda en términos de fiabilidad como al tener más posibilidades de sufrir problemas en un recorrido más largo".
Aunque el Dakar es siempre incierto y cualquier instante puede cambiar el devenir de la carrera, hay dos momentos en el recorrido de la próxima edición marcados en rojo: el domingo 5 de enero y el martes 7. En la segunda jornada de carrera, los competidores se enfrentarán a la '48h Chrono', es decir, una larguísima cronometrada de 965 kilómetros dividida en dos días (martes y miércoles), donde piloto y copiloto no dispondrán de asistencia técnica y harán noche en el desierto. Tan solo dos días después, quienes hayan superado el reto, vivirán una etapa maratón 'clásica', al final de la cual no contarán con la ayuda de sus mecánicos.
"Han enfocado la primera semana en llevarnos al límite, con la etapa de 48 horas ya en la segunda jornada de carrera y con la maratón apenas un par de días después. Será una forma de ver quién puede superar un reto de este calibre para seguir vivos en una segunda semana donde nos adentraremos en el Empty Quarter, que es donde tendremos dunas, dunas y más dunas hasta la meta", explica Pablo.
Rumbo a lo desconocido
A diferencia de lo que ocurre en un rallye, donde el recorrido se conoce de antemano, los participantes en el Dakar desconocen a lo que se van a enfrentar hasta minutos antes de iniciar cada etapa. Un par de meses antes de comenzar la prueba, la organización del Dakar anuncia la ruta que se seguirá, dando solo unos pocos datos sobre cada jornada: lugar de inicio y de salida de las etapas, kilómetros totales, kilómetros cronometrados y un breve comentario sobre lo que espera a los pilotos y copilotos cada día, sin entrar en detalles sobre el tipo de terreno o los principales obstáculos de los tramos.
Estas primeras pistas permiten a los copilotos investigar la zona por internet y hacerse una idea, a grandes rasgos, de las zonas por las que van a pasar. "Evidentemente, no sabes lo que te vas a encontrar hasta que estás allí, pero puedes intuirlo echando un ojo a un mapa por internet a partir de la primera imagen que comparten", comenta Pablo. Además, la experiencia que ya tienen los pilotos y copilotos de otros Dakar en Arabia Saudí, aportan un importante conocimiento, aunque las etapas sean distintas.
Los primeros datos reales se conocerán en el briefing que realiza la organización la tarde antes de cada etapa. Serán breves detalles que ayudarán a los competidores a saber el tipo de recorrido al que se enfrentan, y a los equipos a ajustar vehículo para la jornada en cuanto a reglaje, combustible, neumáticos y recambios. En la jornada de la carrera, el copiloto tendrá acceso al libro de ruta digital (roadbook) diez minutos antes de la salida, una medida instaurada en 2021 para evitar trampas e inspecciones del recorrido no autorizadas.
"Gracias a esta decisión por parte de la organización, los copilotos ya no nos pasamos la noche previa al inicio de la etapa estudiando y marcando el recorrido. También evitamos que alguien tenga beneficios que no debe. Creo que eso nos iguala a todos y nos permite focalizarnos en la navegación, en el descanso al acabar cada día y en preparar la jornada siguiente", comenta el experto copiloto.
Precisamente la navegación cobrará un papel destacado en el Dakar 2025, ya que durante el 45% del recorrido, los coches tendrán una ruta diferente a las motos. Esto les impedirá seguir las huellas de los vehículos de dos ruedas como es tradicional, y los aciertos o errores a la hora de elegir el rumbo marcarán la diferencia.
De la mecánica al copilotaje en el Rally Dakar
Pablo Moreno Huete ejerce de mecánico en el taller de competición que tiene en Borox (Toledo). Enamorado de los rallyes y las carreras, conoce a Cristina Gutiérrez desde hace muchos años cuando comenzó a trabajar con ella como su jefe de mecánicos. Cuando la burgalesa necesitó un copiloto, le eligió a él. Su dedicación, ganas de aprender y conocimientos técnicos, le convirtieron en el candidato ideal para este puesto.... y a la vista está que Cristina no se equivocó: "Ella consideró que era mejor formar a un mecánico como copiloto y no al contrario. Además, nos llevábamos muy bien ya en aquella época", señala.
Juntos, Moreno Huete y Gutiérrez, han competido en los Rally Dakar de 2019 (Coches), 2020 (Coches), 2023 (Challenger) y 2024 (Challenger). Su mejor momento como equipo llegó, precisamente hace unos meses, cuando la dupla española se proclamó campeona en la categoría que ya han abandonado para dar un paso más en sus respectivas carreras junto a Dacia. A lo largo del tiempo, han pasado de sufrir en posiciones muy retrasadas de la clasificación general, como hacían en sus inicios, soportando largas etapas con horas de llegada intempestivas, a pelear en la élite.
Dentro del vehículo, Pablo admite que la buena relación con Cristina marca la diferencia y contribuye a conseguir buenos resultados. "Creo que debe existir un vínculo de amistad y confianza entre piloto y copiloto para que todo funcione de la mejor forma posible. Conocernos, al menos para nosotros, es clave. Pasamos alrededor de ocho o nueve horas cada día juntos, y entendernos nos facilita la vida. Al fin y al cabo, ella tiene que confiar en mis indicaciones y yo saber transmitirle el camino que ha de seguir. Pero también está la parte humana, el saber cómo levantarse de un contratiempo para continuar el camino. Como vimos el año pasado, todo puede ocurrir hasta la meta, y no puedes tirar la toalla, porque cada día es una aventura que empieza desde cero".
Con el salto desde la categoría Challenger, un vehículo con menos prestaciones en comparación con el Dacia Sandrider T1+, la dupla también ha tenido que hacer cambios en la forma en la que se comunican, reduciendo las palabras utilizadas y priorizando la anticipación. "No es un gran problema, ya lo hemos probado en los test que hemos hecho, y nos encontramos cómodos con las adaptaciones", señala.
El equipo "The Dacia Sandriders" ha llevado a cabo un intenso programa de desarrollo durante este año para preparar el vehículo de competición para el Dakar. Esto ha incluido varias jornadas de test en Marruecos o Francia, y también la participación en el Rallye de Marruecos, donde Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb finalizaron en las dos primeras posiciones, lo que subraya la buena preparación con la que la marca llega a la cita.
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