Como ya sabéis, hay algo más que nos une a las dos, aparte de nuestra pasión por la decoración. ¡No podemos salir de casa sin bálsamo labial! La verdad en que, incluso en casa, estamos continuamente aplicándonos brillo en los labios, una por su excesiva sequedad, y la otra por el mero hecho de lucir los "morritos" sanos y brillantes. Y siempre lo aplicamos con los dedos, y luego retiramos el exceso sobrante extendiéndolo en la parte interna de la muñeca. Pues da la casualidad que nuestra musa de la moda y el cine, Sarah Jessica Parker, en la serie Sexo en Nueva York, se la veía hidratándose la boca y, después, hacía ese mismo gesto en la muñeca. No sabemos qué fue antes, si el huevo o la gallina, pero lo que sí es cierto es que las tres lo hacemos.... Curioso, ¿verdad? Y a todo esto, los brillos no es que sean santo de nuestra devoción, salvo los labiales, pero un toque en el hogar también tienen su aquel, ¿no creéis?
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¿Sois adictos a los bálsamos labiales? ¿Y a los brillos en el hogar? ¡Contadnos!