Supongo que hay ciertas películas que tan sólo requieren de una buena interpretación para funcionar. Dallas Buyers Club es una de estas pelis, ya que Matthew McConaughey, con su esfuerzo físico e interpretativo, lleva casi todo el peso de la película. Y si no lleva todo el peso es porque tiene un acompañante de lujo, otro actor que lo da todo en pantalla, un Jared Leto simplemente brillante. Pero más allá de las interpretaciones el film no nos aporta mucho más. Tras un buen inicio que consigue meternos en la historia, la peli va de más a menos, perdiendo fuerza cada vez que se centra más en el debate político-farmaceutico y se aleja de lo que realmente nos importa: cómo viven (o sobreviven) sus personajes.
Lo mejor: McConaughey y Leto, espectaculares.
Lo peor: la politizada segunda mitad del film.