Parece que fue ayer que estaba yo jugando a un clásico como el Double Dragon, repartiendo josconcias a diestro y siniestro.
-De hecho fue ayer, estabas con el mame para psp
-Pues también es verdad...
Qué tiempos aquellos, qué tiempos los de los salones recreativos... Vienen a mi mente clásicos como el Out Run, el Afterburner, el Tiger Heli, el Golden Axe, el Street Fighter... Todos en su versión de recreativa, claro. ¡Y por cinco duros la partida (0,15€ al cambio para los jóvenes)!
Y si ibas a un salón recreativo era porque la máquina recreativa era mucho mejor que lo que podías tener en tu casa en formato 8 bits o, con mucha suerte, 16. Era hace 25 años.
-Cuando yo era joven jugaba con un joystick y dos botones...
-Abuelo, ¿qué es un joystick?
-Lo que había antes del pad
-Ah... ¿Y qué es un pad?
Pero bueno, rememorando aquellos tiempos siempre aparece el recuerdo del 'dame pantalla'... Esa situación cuando jugabas a dobles en un beat'em up de scroll horizontal y uno de los jugadores avanzaba mucho mientras el otro se quedaba rezagado. Y en todos todos todos los casos la pantalla se detenía... Y el malo maloso de turno se escondía en su borde pudiendo apalizar sin contemplaciones al jugador adelantado.
-Tío, que me matan
-Es que yo estoy pegando a este otro
-Pero dame pantalla
-Pues apártate, leñe
Por suerte o por desgracia ese nexo de unión (y de desencuentro) que era la pantalla 4:3 del juego de turno fue desapareciendo en virtud de divertimentos que ya mo podías tener en tu casa: soportes móviles para carreras, zonas de baile o pistolas varias masacra zombies.
Pero ni eso ha sobrevivido a los juegos de última generación, con gráficos y tramas (y duración) que dejaban a aquellos locos 80 en paños menores. Sólo de vez en cuando, jugando con tu playstation último modelo a algún juego de la saga Lego te aparece esa situación... Y como carroza que eres sonríes en el recuerdo.
-Dame pantalla...