Revista Cultura y Ocio
Cielo gris, encapotado, amenazante. El retumbar de un trueno se deja oír tras el resplandor blanquecino que deja el rayo con su culebreo. Luz y estruendo: un espectáculo bello en las alturas. La tormenta es perfecta. La escenografía también. El momento fascinante es aprovechado por el padre de los mortales para hacer de las suyas. Su voz se cuela por una rendija entre las nubes y tras proyectar su foco hacia abajo, inundando de luz la escena, como si estuviéramos en una representación teatral, amenaza con desatar su furia sobre la humanidad que, embobada, contempla el espectáculo de rayos, truenos, luces y sombras. —"Sus" vais a cagar, cabrones— proclama con esa voz gruesa con la que suelen dotar a los dioses en las películas. Mientras, en la tele, la presentadora del tiempo dice: "Se esperan abundantes lluvias en las próximas horas. Estamos a comienzos del otoño meteorológico y, con él, se abre tradicionalmente la temporada de danas con mayor potencial para dejar lluvias torrenciales, aunque no siempre sea así. Los expertos del tiempo apuntan su posible relación con el contexto climático."