Las dos llevamos viviendo en el mismo barrio toda la vida, a excepción de los primeros años de casadas. Hay una pintada en un quiosco cercano al taller, y que a una de nuestras hijas le llama mucho la atención, que reza "salir del barrio para volver al barrio". Pues eso fue precisamente lo que hicimos; volver en cuanto pudimos. Así que os imaginareis que por aquí nos conocemos todos, a pesar de que no es para nada una barriada pequeña. Esto es magnífico para muchas cosas; tienes una sensación constante de seguridad al estar siempre viendo caras conocidas, es muy agradable tomar café o la cervecita del medio día en el bar donde, casi sin pedirlo, te lo sirven como te gusta... Pero no es tan bueno si, por ejemplo, tienes prisa por llegar a una cita o un lugar concreto. Por aquí no es posible caminar sin saludar veinte veces, y pararte otras tantas a conversar mas detenidamente con fulanito o menganita, que ha estado enfermo, se le ha casado su hija, le ha tocado la loteria... Por eso, tenemos vías de "escape" alternativas si la situación lo requiere; calles aledañas a las principales por donde sortear al vecindario para llegar a tiempo a nuestro destino, evitando así dar, y que nos den, carrete...
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Contadnos, ¿sóis chicas de barrio como nosotras?