Creo que después describir aquello de que en la Fantasía estadounidense actual las negras siempre tienen que ver con la religión o con la maternidad, videé esta peli. O puede que fuese después. Ya es confuso. En todo caso una vez hechas las 2 cosas, vista la peli y escrito aquel post, es cuando uní los puntos. Que es lo que ha motivado esto. No pensaba dedicar un post a Muthers pero... ejque en el fondo no es mala. Tiene sus valores.
Os acordáis de Jeannie Bell? Os hablé della. La hermosa negra (más bien mulata) que pasó de modelo erótico a actriz allá por los 70. Bueno, pues escogí dentre su filmografía pelis potencialmente atractivas. Así es como llegué a Muthers, que gracias a Vinegar Syndrome he podido videarla mediante una copia en fabulosas condiciones. Gran labor la desta productora pues se dedica a remasterizar las pelis marginadas por todas las filmotecas del mundo. No conozco su catálogo pero creo que han hecho bien en dedicar su esfuerzo en preservar Muthers ya que es una peli que no merece caer en el Olvido.
El tipo del látigo y la metralleta (esquina superior de vtra. izda.) en la peli es blanco. En el centro fijaos en las banderas piratas, cómo si estuviésemos en el Caribe del XVII. Y abajo a vtra. dcha. las protas, una es blanca y rubia, un proyecto inicial abortado, o el cartelista se cansó de poner a todo el mundo oscuro?Quizás algunos estéis arqueando la ceja al leer C. H. Santiago. Para quien no lo sepa este fue un filipino que a pesar de ser un mal director vivió de dirigir pelis. Su principal problema es que era incapaz de hilar bien escenas. Así sus pelis son un poco confusas y toscas. Nobstante no he visto muchas de él. He visto 4, alguna más caerá, pero el tío se dedicó a hacer explotaciones baratas, en Filipinas todo el mundo sabe hablar inglés, es un sitio barato y su ejército está deseoso de salir dextra y de prestar material militar (como la España de Franco pero con idiomas), de modo que tiene 100 pelis en su haber. Lo poco que he videado de C. H. tiene cosas en común, questán mejor en Muthers pese a que es de las más antiguas suyas que conozco (nobstante cuando esta, C. H. ya llevaba 20 años filmando). Así pues sus elementos autorales puede que sean simple reciclaje. En todo caso todo esto nos da igual. Nos estamos aquí por un filipino sino por unas negras.
Esto es la carátula del dvd, como podéis ver es un remontaje del cártel original. Aquí se ve mejor a las 4 negras...Muthers es bastante rocambolesca aunque no pasa nada descabellado en ella. Es más bien cosa del argumento que de lo que ocurre. Resulta que Muthers es el nombre de una barcaza pirata filipina bien armada (cañones y ametralladoras pesadas) capitaneada por un par de negras estadounidenses. Exacto; Jeannie Bell... y R. Katon, que también es guapa pero sobre todo muy salada de tal modo que en un mundo justo hubiera tenido oportunidad de brillar. O sea, toda una tripulación de piratos filipinos, no creo que los haya más chungos, tiene como capitanes a mujeres (sé dalguna lesbiana con cargo oficial a la questo le hace feliz;) ni blancas ni rubias. Por tanto aquí las negras no son sacerdotisas, adivinas, diosas ociosas o madres, sino capitanes piratos con su pañuelo en la cabeza y todo, así questán libres de clichés, cuántas pelis de capitanas pirato negras hay?? Esto es rocambolesco sólo a medias porque el sur de Filipinas ayer y hoy es un santuario pirato porque tiene todas las condiciones necesarias para la piratería (además del conflicto religioso porque los piratos filipinos han sido tradicionalmente musulmanes mientras que las autoridades filipinas desde el XVI siempre han sido cristianas, y la mayoría de los filipinos septentrionales hoy son ultracatólicos, la gran esperanza amarilla del Vaticano, pero esto a C. H. no le interesa; no sé cómo la verían los filipinos de la época, quizás que los malos deste director vayan de negro y rojo, como el pirato malo deste film, venga desto). Por tanto hay más cosas rocambolescas en Muthers. El asunto es que la prota, interpretada por la bella Jeannie Bell, tiene una hermana pequeña rebelde que lógicamente acaba secuestrada. De una forma algo rara la prota sacaba enterando de quién lo ha hecho. El secuestrador es un hombre blanco, cómo el malo desta peli iba a ser otra cosa, que secuestra mujeres para que trabajen como esclavas en una plantación suya de drogas o algo así (ya no recuerdo y el asunto da igual) que tiene en un lugar desconocido (para él no:). Cómo que por avión no se puede ver una plantación en medio de la selva. Pero bueno, Filipinas es pobre y allí las mujeres dan igual y los políticos y la polis son corruptos (como España dentro de poco;). Así que, como agentes encubiertos de la policía filipina (para saber hay que ver;), ella y su compi deciden infiltrarse allí para rescatar a la hermana perdida y revelar el misterio al gobierno. Cómo se infiltran? Pues lógicamente dejándose esclavizar. En la plantación sencuentran a otras 2 negras estadounidenses a las que las ha pasado lo mismo que a la hermana. Lo peculiar dellas es que aunque ambas son amigas, una es una trabajadora forzada mientras que la otra, J. Kennedy, muy guapa, no sé si más que Jeannie Bell porque pasó de desnudarse, es la administradora del negocio. Esto no se aclara mucho y fui víctima de no ser bilingüe (aunque Imdb no lo sabe esto sestrenó en México como Prisioneras de la cárcel maldita, lógicamente deso no queda rastro ya, así que como os podéis imaginar esto no se puede videar ni doblado al castellano ni con subtítulos en castellano, así he descubierto que el castellano filipino suena como el mejicano), y además creo que tiene que ver con la cultura afroestadounidense. Me da que con eso la peli pretende evocar en el público negroestadounidense la división dantaño entre negros domésticos (esclavos negros queran los criados de la casa y por ello estaban bien tratados) y los negros recolectores (esclavos negros que trabajaban a destajo en los campos dalgodón del Sur) pero con una lectura más moderna: los conformistas/integrados y los activistas/apocalípticos. Aunque las negras obligadas a trabajar llaman puta sutilmente a la otra, C. H. sesfuerza en aclarar que eso no es así. El blanco macho malo es homosexual. Se jodió el heteropatriarcado. C. H. no fue un visionario. En fin, que aunque nadie la cree también quiere fugarse, pero no ve el momento puesto que selva a palo seco es peor que un campo de trabajos forzados. Después de que Jeannie Bell nos enseñe sus hermosas tetas, me quedé a cuadros con ello porque las estrellas normalmente no se desnudan pero aquí es precisamente la prota la única que lo hace, supongo que fue una cuestión de vanidad porque pocas de 32 parecen tener 25 o, como dicen, porquera la única negra treintañera del reparto, la sororidad se impone, así que la fuga se realiza. Hay que aprovechar que las piratas son indomables y tienen a sus secuaces cerca. Así, la cosa se precipita de tal modo que la peli resucita en su tercio final presentando a la platea un largo desenlace dinámico lleno de violencia aderezada con traición, sacrificio, venganza y explosiones, por supuesto. Quizás lo mejor que rodó C. H. en su vida. La escena del puente, a pesar de la falta de medios, es emocionante porquel director filipino rozó con los dedos a Peckinpah y pusieron mucho de su parte las actrices negras (todas competentes menos Jeannie Bell, si bien está se va entonando quizás porque la sororidad la hizo mejorar, y guapas menos T. Parks, no comparto el criterio del responsable del casting de Diamantes para la eternidad).
El pirato malo, no está claro si por ser viejo, hombre, trilingüe o porque nació en un lugar donde la piratería tiene su recompensa... Como les decía, todos los villanos de C. H. que he videado van de riguroso negro y rojo, pero este es el único que el rojo lo lleva en una especie de turbante. Vestuario típico de pirata pop filipino?En fin la peli es mediocre porque el bajo presupuesto significa no solo pocas oportunidades para repetir tomas malas sino también profesionales torpes. Pero su historia está bien armada, el cuarteto protagonista defiende bien sus líneas de modo que hacen olvidar el bajo nivel interpretativo de los actores filipinos y el absoluto desinterés de las extras filipinas, y los personajes femeninos, no como en TNT, están bien escritos. Una de los tremendos fallos desa peli es la prota interpretada por Jeannie Bell porque sus guionistas estadounidenses no supieron escribir a un personaje femenino posmoderno, de tal modo que a la vez es un héroe de acción masculino y una damisela, y claro, la cosa en algunos momentos da asco y en otros es aberrante. En cambio aquí C. H. supo escribir a los personajes femeninos de forma coherente y bien (la peli dice que el argumento es de un tal L. Hermes y el guión de un tal C. St James, Imdb dice que el 1º es un seudónimo de ntro. director filipino y como anglosajones que son no se pispan de que C. Santiago en inglés es ... C. St. James, ignorantes). Son ante todo personas. Gente fuerte, tenaz, capaz y valiente, unas más que otras por supuesto. Y después mujeres. Esto es el mayor mérito de C. H. en Muthers. El filipino es uno de los pocos que se ha dado cuenta de que no es obligatorio que los personajes femeninos que ocupan roles tradicionalmente viriles deban tener personalidades masculinas (brutalidad, chulería y competitividad). Esto en pantalla es defendido con éxito por la hermosura de las actrices negras protagonistas (2 playmates, una miss y luego playmate y una chica Bond) al impedir olvidar que son mujeres. Otro mérito de C. H. fue el romper el cliché visual de la belleza femenina. En Muthers nunca, salvo en un absurdo y pequeño traspiés del director filipino, las negras son víctimas, ni siquiera cuando son torturadas. Entre otras cosas porque C. H. no explota el cuerpo de las actrices. No hay escenas eróticas, quién no va desnuda y habla en una ducha común?, ni planos que eroticen los cuerpos. Ni siquiera cuando al final Jeannie Bell pasa del sostén y se calza un fino jersey ajustadísimo para corretear, saltar y hacer el Tarzán por la jungla con unos pezones tan duros como notables. No cámara lenta, no primeros planos, no planos sostenidos (a veces ser bueno cuesta). Las negras son bellas pero eso aquí no las cosifica ni las impide acabar violentamente con el mal. Por ello sentiende que el cuarteto participase en Muthers. Hay que tener en cuenta que todas ellas nacieron mientras EEUU era oficialmente racista, por ejemplo Jeannie Bell tenía 25 años cuando el gobierno dese estado abolió por fin el apartheid que habían construido el Sur con el permiso de los yankis, esos que hicieron la guerra "para abolir la esclavitud". Y veo que es de Missouri, un estado que en la Guerra Civil no se pasó al Sur porque el ejército yanki intervino pronto y sin miramientos para que los secesionistas dallí no se despendolarán, resultando dello que en ese estado la guerra la dio una guerrilla sudista muy violenta (algún cómic de la juventud de Blueberry cuenta cosas deso). A esas damas negras les debió molar mogollón ser piratas, disparar armas pesadas, correr, partir caras (esto participa del rollo kungfú), hacer chistes guarros femeninos, romper pelotas de acosadores sexuales, blandir falos, matar hombres, etc., o sea, hacer lo que no podían hacer hasta hacía poco y sin pagar peajes por ser mujeres, guapas y negras. Sí, soy gay (el personaje, el actor nidea), y qué? Soy vtro. puto amo porque soy rico, no por ser blanco, os molesta que demuestre que el patriarcado no es cosa ni de razas ni de orientación sexual sino de barbas? Lo pongo porque han salido pocos gays en este heteroblog.
Así pues The Muthers no merece caer en el Olvido, al menos hasta que pelis dacción protagonizadas por 4 negras sean auténticamente comerciales. Y es que con poco presupuesto y sin pretenderlo C. H., gracias al cual he visto pelis filipinas, da una lección de feminismo e integración no igualada hasta el momento por un pijo/a/e progre blanco/ca/que; y Jeannie Bell, R. Katon, T. Parks y J. Kennedy demuestran que las negras pueden ser cualquier cosa, y de paso que ser guapa necesariamente no convierte en florero u objeto sexual. Como ellas opino que no se necesitan más científicas sino más heroínas que ametrallen, apuñalen y vuelen por los aires a los que perpetúan las injusticias. Pero claro, el patriarcado las prefiere modositas (hablaremos de heteropatriarcado cuando se demuestre la existencia de al menos un homopatriarcado).
Jeannie Bell con sus 2 falos (2 de sus sores también los usan pero ella es la única que usa tanto el cañón como la ametralladora pesada). Fíjense que ni aquí C. H. mete una cámara lenta para que el público pueda recrearse en el temblequeo flanístico que produce el retroceso de un arma pesada en el escultural cuerpo de Jeannie Bell. Finalmente genial final feliz: Jeannie Bell triunfa sobre sus enemigos (acaba de volar por los aires al pirato malo), su amiga, R. Katon, se la clava por detrás a un hombre barbudo blanco y rico, y el gay muere como, supongo, desea todo homosexual: siendo penetrado por detrás en una playa del Pacífico desierta y paradisíaca como culminación a una toda una vida de excesos.PD: A riesgo de que creáis que soy un aficionado al subgénero de prisioneras o WIP os recomiendo también la modesta La cárcel caliente del progre J. Demme. No le puse un post porque la pesa queste es novato y que es de bajo presupuesto, pero el director neutraliza la explotación femenina con acierto y nos da un historia de sororidad interracial antipatriarcado que merece, como Muthers, algo de fama.