¿Cómo? ¿Pretemporada a estas alturas? Pero si ya llevo algunos miles de kilómetros encima de mi bicicleta. Pues sí, pretemporada, porque nunca eres lo suficientemente consciente de su importancia hasta que ves que debajo de tu entrenamiento diario no hay una base que lo sostenga…y perdón por la metáfora mil veces repetida pero tu edificio se hunde poco a poco debido a que los cimientos no son lo suficientemente sólidos.
Así que aquí vamos a hablarte de la importancia de la pretemporada, porque aun estas a tiempo de tomarte en serio este instante tan fundamental para el cicloturista, y poder de esta forma edificar una temporada de éxitos (o sea, de subir puertos sin echar los hígados) en relación a tu propio potencial.
Bien, lo primero que tienes que hacer es intentar analizar tu temporada pasada y evaluarla. Pero claro, evaluarla de forma realista, siendo consciente de hasta dónde puedes llegar, de cuáles son tus objetivos y tu tiempo potencial de entrenamiento. En pocas palabras, mirar con ojos objetivos al año pasado, y ver cuáles fueron sus puntos fuertes y dónde se falló, para así intentar corregirlo. Quizás para hacer esto fuera adecuado que alguien te ayudase, porque a veces desde dentro no somos conscientes de nuestro verdadero objetivo, de lo que podemos llegar a dar o de los errores que hemos cometido. Es decir, que una mirada externa, no solamente diferente a la tuya sino quizás de alguien de fuera de tu grupeta cicloturista., sea lo más adecuado. Piensa, por ejemplo, en tu pareja, puesto que sabe el tiempo del que dispones, lo que te sacrificas o lo que no y cuándo has debido renunciar a cosas por la bicicleta. Su ayuda puede ser fundamental aquí.
Realizar una prueba de esfuerzo es una buena idea antes de lanzarnos de nuevo al entrenamiento. En primer lugar porque gracias a ella descartamos por completo que tengamos algún problema de salud que nos pueda fastidiar la temporada más adelante…y en general constatamos que estamos preparados para andar en bici. Piensa que los pedales nunca pueden ser más importantes que la salud. Además, gracias a esta prueba de esfuerzo podremos establecer de forma precisa cuáles son nuestros límites potenciales y de esa forma crearnos esquemas de trabajo y objetivos realistas que sean asumibles y no jueguen con nuestra moral si no podemos llegar a ellos. Piensa, además, que estas pruebas de esfuerzo suelen venir incluidas en tu licencia federativa (y federarse es algo muy, pero que muy importante, ya lo sabes, ¡verdad?) por lo que no te costará demasiado dinero…y resulta realmente importante.
A partir de ahí tendrás que ponerte tus objetivos y empezar a trabajar. Con lo primero tienes que ponderar una correcta relación entre que los objetivos sean asumibles y que sean suficientemente exigentes como para suponer algún esfuerzo, pues de lo contrario no serían propiamente objetivos. Nadie mejor que tú sabe dónde está ese límite, que puede ser una marcha cicloturista, una determinada marca, subir ese puerto al que tantas ganas tienes o, sencillamente, disfrutar de la bicicleta como hace tiempo que no lo haces. Respecto de lo segundo, este período de pretemporada es el de acumular una base de trabajo, con mucho tiempo de rodar a bajas pulsaciones, haciendo un nicho de trabajo aeróbico que nos sirva para el día de mañana. De poco nos va a servir salir a la carretera a pedalear como locos durante una hora, ya que el entrenamiento en esos casos no lo podremos asimilar de forma adecuada. Recuerda, la progresión es en este momento más importante que nunca.
Y, vuelve a recordar…lo importante, lo más importante, es que siempre, siempre, te diviertas sobre la bici. No somos profesionales, así que si algún día quieres meterte un poco más de caña…yo no voy a decirte nada.
Buena ruta.