No soy aficionado al deporte rey, pero he leído la noticia de que este joven jugador, eterna promesa, dio positivo en un control antidrogas, por cocaína, al terminar un encuentro. El problema de esta sustancia es que no se considera adictiva o droga “dura” por una buena parte de la juventud, que sigue entendiendo como normal “meterse” unas rayas para pasarlo bien el fin de semana, y por parte de muchos, se considera además “cool” su consumo. La droga ocasiona hipertensión, taquicardia, puede provocr un paro cardíaco y además, viene adulterada con múltiples sustancias para “cortarla”; está absolutamente contraindicada en un deportista, más en uno profesional, como es el caso. Dani tuvo problemas desde su infancia y su genialidad con el balón no le servirán ahora de ver definitivamente truncada una carrera prometedora. Las víctimas de las drogas se cuentan por miles, mientras los consumidores, especialmente los más jóvenes, estremecen a uno cuando manifiestan no estar enganchados por que ellos pueden “controlar”. Esa palabreja es muchas veces, la antesala de la muerte.