Por FRANÇOIS KOCH
El Papa Francisco acusa a Francia de "exagerar la laicidad" (17 de mayo, La Croix). Ante ello el Gran Maestro de Gran Oriente de Francia, Daniel Keller, ha respondido con contundencia: "Francia no exagera la laicidad, dado que no hay laicidad blanda ni laicidad dura, no existe más que una laicidad".
En una entrevista que tuve con Daniel Keller, éste comentaba:
"El Papa Francisco afirma que un Estado no debe ser confesional. Según ello defiende la laicidad, pero esta postura no es más que fachada, puesto que existe un conflicto radical entre las sociedades gobernadas por la ley de Dios y las que se organizan según las leyes de los hombres".
"Una contradicción en las posturas del Papa"
"Contrariamente a lo que dice el Papa, la laicidad francesa no prohíbe taxativamente expresar las convicciones religiosas a través de la indumentaria personal (una kipá, una cruz o un velo), la ley solo pide moderación evitando signos ostensibles en la escuela, así como la neutralidad a los agentes del Estado... Podemos interrogarnos sobre la extensión d estas reglas (en espacios universitarios), ello forma parte del debate republicano".
"Según dice el Papa: Todos los ciudadanos deben respetar las leyes de la República que se crean en el Parlamento; es por ello que los católicos, no deberían manifestarse contra la ley del matrimonio para todos después de su adopción".
"Percibo una contradicción en las propuestas del Papa, que por una parte admite el pluralismo confesional con la laicidad como único garante de la libertad religiosa, pero que, como jefe de la Iglesia católica, la laicidad le acarrea un problema".
Traducción: El Masón Aprendiz