Tras un repaso por la red me he enterado de que Pink Panters es la cinéfila denominación que le ha otorgado la Interpol a una red clandestina de tráfico de joyas y diamantes, una especie de sindicato del crimen organizado a cuyos miembros se les atribuyen más de 500 robos. También he descubierto que han sido objeto de un documental estrenado el pasado verano en E.E.U.U., Smash & Grab: The Story of the Pink Panthers, que combina grabaciones reales de los atracos con análisis de criminólogos y especialistas en seguridad, y que fabrica nada involuntariamente un halo de épica y romanticismo en torno a la banda criminal. Danny Boyle, que parece haberle cogido el gusto a los relatos protagonizados por ladrones tras rodar Trance, fue uno de los espectadores embelesados por el documental. Tanto que, según informa Variety, el cineasta ha comunicado en FOX que está interesado en adaptarlo a una película de ficción.
De momento no ha trascendido el argumento y ni siquiera hay un guionista asignado al proyecto, pero se cree que la idea de Boyle es tener la cinta lista a finales de 2014 para que después pueda rodar Trainspotting 2 y estrenarla en 2016, como él mismo expresó hace unos meses. No suena a una mala agenda, ¿verdad?
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