Revista Educación

Daños irreparables

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Daños irreparables

12 agosto 2013 por alhobo

todocoleccion.net

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Yo nunca fui muy católica, pero de pequeña y hasta que tuve edad para ir a la universidad, sobre mi mesilla siempre hubo una figurita de un niño Jesús, una de esas que venía con alfombrilla y aro de metal sobre la cabeza. De esos que tenían un pie y los brazos medio levantados, un pañal blanco tapando su sexo y una sonrisa inocente y placentera sobre la cara. Me la regaló, no recuerdo cuándo, una amiga de mi madre que hizo de madrina postiza muchos años.

Un día, no sé exactamente cómo, se rompió en varios pedazos. Intenté repararlo, siempre pensé que aquella figura de porcelana velaría todos mis sueños, pero me fue imposible. El niño y su alfombrilla rosa y peluda acabaron en la basura. De esto ya hace unos años y el tiempo me ha permitido comprobar que las cosas cuando se rompen, cuando se trocean en mil pedazos, son muy difíciles de recuperar. Una amistad desgastada, una confianza malherida, un amor desgarrado… esas cosas son irrecuperables. Por mucho que intentes pegarlas, por mucho que contrates al mejor y más cualificado restaurador de ilusiones, las heridas, permanecen. Con suerte llegarán a ser cicatrices.


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