Dar el pecho en público. Toda una osadía

Estos días de verano he estado muy desconectada de las noticias pero últimamente he visto una serie de movimientos en la red que hablan de una tienda de ropa (PRIMARK) que ha discriminado a varias mujeres por dar el pecho en sus establecimientos. Por desgracia no es un hecho aislado. Por suerte, hoy en día las redes sociales son un punto de encuentro de estas quejas y un buen altavoz para una reivindicación que ya hace demasiado tiempo que debería ser innecesaria. Estas noticias me han hecho recordar precisamente que un día de estas vacaciones, vi a una mujer en un restaurante dando el pecho. Estábamos en una terraza de El Escorial, muy concurrida, y la chica se pudo a dar el pecho a su bebé con total normalidad. Por suerte (como siempre debería ser), nadie le dijo nada y nadie la miró de manera sorprendida. Fue un hecho de lo más normal que pasó desapercibido. Yo la estuve observando y aplaudiendo en silencio pensando que sí, que muchas veces pasan hechos vergonzosos como los de Primark. Pero muchas otras, por suerte, las mujeres pueden dar el pecho el público sin que se convierta en un problema. Esta debería ser la norma, que algo tan natural, precioso y saludable como dar el pecho no fuera objeto de polémicas absurdas sino algo tan normal como sentarse a comer en una terraza. Parece ser que en algunas ocasiones aun dar el pecho es toda una osadía.