“ Su sed de justicia y equidad, es un gran atractivo para mí.” Mark Waid al hablar de Matt Murdock.
Matt Murdock, después del purgatorio en forma de miniserie tras Tierra de Sombras, regresa a Nueva York. Las grandiosas etapas de Bendis y Brubaker, jalonada por un discreto paso de Diggle por la serie, tuvieron un efecto devastador sobre la vida de Matt Murdock y su alter ego. Bendis y Brubaker maldijeron al abogado y superhéroe, logrando que tuviéramos ante nosotros el legado perfecto de la etapa de Frank Miller. Sólo el final de Diggle no llegó a estar a la altura, dejando un cierre en falso que preparara el regreso de Daredevil a su hábitat natural.
Con La Sonrisa del Diablo, Panini recopila los seis primeros números del tercer volumen del personaje, donde la premisa es ir a lo básico, recuperando un tono menos sombrío y mas clásico. Para ello tenemos un guionista eficiente, Mark Waid y que logra trabajar con la esencia del personaje, como ya hemos visto otras veces. A su lado, Paolo Rivera y Marcos Martín, dibujantes deliciosos y brillantes, cuyo trazo añade optimismo y ganas de vivir a cualquier personaje que toquen, algo que a Matt Murdock le viene de maravilla. Pero ¿Qué es ir a lo básico?. Lo intentaremos explicar.
En ocasiones, como el niño de “El Sexto Sentido”, los personajes comienzan un deriva sin que se vea tierra de forma cercana. Waid, cuya versión de Superman es de lo mejor sobre el kriptoniano en lo que va de siglo, tiene esa inteligencia para entender que es lo importante para un personaje y que no. En el caso de Matt Murdock, Waid se centra en dos aspectos; Su sentido radar y su identidad secreta. La forma en la que experimenta y expande el sentido radar desde el primer número es una genialidad y consigue mas en pocas páginas que muchos guionistas a lo largo de muchos años. Plástico, visual y didáctico…y simple. Siempre ayudado por el dibujo, Waid logra que entendamos el funcionamiento del “don” de Murdock. Solo por eso merece la pena ver como sigue explorando al personaje. Pero además hay que unirle la recuperación del abogado; Mejor dicho del despacho. Utilizando una trampa, tenemos de nuevo a nuestro protagonista ejerciendo de abogado…o algo así. Con su inseparable Foggy Nelson tenemos una parte que los últimos guionistas veían como una forma de tensionar la vida de Daredevil. Waid hace jugar a Matt con aquellos que se empeñan que es Daredevil.
Divertida y apasionante la etapa que se abre hasta lo que hemos visto. Pero, y ya lo comentó Waid en alguna entrevista, ese tono optimista y casi despreocupado que muestra Matt Murdock en realidad esconde un mecanismo de defensa en el que Daredevil niega todo lo ocurrido y veremos como Waid replantea ese posible sentimiento de culpa por lo ocurrido y el exceso de vitalidad y optimismo actual.
¿Y Daredevil?; Le veremos ante un movimiento que posiblemente le explotará en la cara en próximos arcos y en la que se enfrenta a casi todas las organizaciones secretas del Universo Marvel .
En definitiva, de lo mejor que podemos encontrar en las estanterías para este Agosto que se nos va. No es de extrañar los Eisner a la mejor serie.
Valoración:8,5.