Dark Souls

No me gusta hablar de un juego antes de haberlo acabado, pero con más del 70% terminado ya no puedo resistirme más a hablar de esa joya que es Dark Souls. Como ya comenté en el post de Demon´s Souls, tenía unas ganas tremendas de ponerle las manos a su “secuela”. Me daba miedo tener unas expectativas demasiado altas pero el juego no decepciona en absoluto, de hecho incluso me atrevería a decir que es aun mejor que su antecesor.

Las únicas notas negativas serían un par de bugs que parece que ya han corregido y una traducción de los textos al castellano demasiado literal. Una problema que ya arrastran desde su título anterior y que hacen que te entren ganas de cambiar la configuración de la consola para jugarlo en inglés. Y dicho esto vamos al grano:

El  Señor de la Llama, Lord Gwyn se ha corrompido y la locura se ha apoderado del mundo. Los no-muertos, criaturas que al fallecer resucitan en forma de cadáver hueco, pero que pueden resucitar recuperando la humanidad perdida, están siendo expulsados de los reinos humanos y confinados en ciudades prisión de las que no puedan escapar. Tú eres uno de estos no-muertos y el juego comienza cuando, tras escapar de tu celda, una aparición te revela que eres el elegido para ocupar el lugar como Señor de la Llama y acabar con la maldición de los no muertos.

El resto se irá desvelando con cuentagotas, mediante la interacción con los NPCs, que al ser más numerosos que en Demon’s Souls consiguen darle una mayor profundidad a la historia, lo que quizá fuese el punto más negativo que mucha gente veía a este juego.

La interfaz y los controles se mantienen prácticamente iguales. ¿Para qué cambiarlos? El sistema es tremendamente cómodo, rápido e intuitivo, cosa absolutamente necesaria en un juego en el que no existe botón de pausa. Los gráficos lógicamente han evolucionado y aunque no son una maravilla son perfectos para la ambientación que requiere. La sensación de abandono, caos, decadencia…no podría conseguirse con unos escenarios más preciosistas o detallados.

El online ha mejorado notablemente con la inclusión de las Covenants o Pactos. Divididas en tres alineaciones: Bueno, Neutral y Malvado. Y a su vez en tres actitudes: Legal, Natural y Caótico (la inspiración de D&D es evidente), cada Pacto cuenta con su propio líder y motivación. En algunos el objetivo para subir de rango será simplemente ganar combates PvP, pero en otros será necesario que invadas los mundos de otros jugadores que han cometido un crimen o traicionado su juramento a determinado pacto. También los hay en los que el único requisito para avanzar sea donar parte de tu humanidad o defender cierta zona del juego de otros jugadores que intentan profanarla. Y por supuesto existe la posibilidad de ayudar a otros jugadores contra los monstruos más poderosos o contra otros PCs invasores.  Evidentemente el formar parte de un pacto e ir subiendo de grado en su jerarquía te permite obtener ciertas ventajas como mejores armas o hechizos, acceder a caminos ocultos o simplemente profundizar más en la historia.

Y, por supuesto, el juego es igual de inmisericorde con los errores. La dificultad es la misma o más. Las probabilidades de equivocarte al realizar una acción o elegir determinado diálogo y volver a personajes hostiles se han triplicado. Los enemigos son más duros, más listos, más grandes y más numerosos. Y los jefes finales…En las 50 horas que le he dedicado ya, más de una vez he estado a punto de soltar el mando y ponerme a llorar de desesperación. Y claro, la satisfacción al batir a un enemigo especialmente duro es inmensa. Y lo bueno es que no hay zonas más difíciles que otras, dependiendo de tus habilidades te será más fácil acabar con un nido de dragones que avanzar entre hordas de zombies o escapar de los hechizos de un grupo de magos. Y al ser un mundo bastante abierto, siempre tienes la posibilidad de avanzar por otro camino para mejorar tus armas y atributos y volver más adelante para buscar venganza.

Sin embargo al contrario que en Demon´s Souls, el juego te va proponiendo o insinuando por dónde deberías ir a continuación, de manera que siempre vas a estar encontrándote con zonas que van a representar un auténtico desafío pero que no son imposibles. Si después tú decides explorar por tu cuenta (cosa bastante recomendable, por otra parte) vas a acabar muy mal seguro, pero ese ya es tu problema. Como dicen en la web del juego: “Prepare to die”.

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