Dark Souls ha sido la experiencia rolera más gratificante que he tenido en años. Todo en él me ha parecido rico, bien hecho y perfectamente contextualizado en su mundo, algo de lo que pocos pueden presumir. Las amistades que se forman en el viaje, el misterio y el propio planteamiento del título lo transforman en una de esas joyas atemporales que hay que jugar
Os voy a explicar Dark Souls de dos maneras:
LA PRIMERA
Para explicar Dark Souls en pocas palabras os pondré un ejemplo: imaginaos que sois un chaval de catorce años intentando echar una partida en los recreativos del barrio. Evidentemente no vais a poder, la sala de máquinas está contra vosotros. Os encontraréis con los típicos quinquis de dieciséis años con ganas de joder, a la morralla enana con las putas preguntitas de “puedo entrar a dobles” “¿te paso yo eso?”, a los grupos de amigos de la navaja con ganas de mostrarte su última adquisición. Lo normal sería que ni quisieras gastar tus cuartos allí, pero oye, que esa opción no existe, que tienes que echar esa partida por cojones.
La manera de triunfar jamás va a ser por la fuerza bruta, has de estudiar el entorno, conocer los movimientos de las masas violentas para saber cuando puedes jugar y cuando has de retirarte. También cabe la opción de llamar al dueño de la sala de máquinas para que te ayude en tu gesta pero tiene una IA de mierda y sólo valdrá como señuelo, para apartarlos un poco. Aún así, es útil.
¿En un mundo tan hostil como ése, puede uno triunfar? Pues sí, con perseverancia y entrega, meditando cada paso, siguiendo los consejos escritos en los baños de los recreativos “Cuidado con El Clavijas, se ha comprado una navaja que dice que tiene el sida”, aunque claro, no todos los consejos son de verdad.
LA SEGUNDA
Esta segunda manera de explicar Dark Souls exige un foro más selecto que éste, mi humilde casa. De hecho, para poder hablar de mi viaje por Lordran, he de realizar el procedimiento descrito en la siguiente tira cómica de Ne(r)d:
Así es, me he dejado sumergir en las aguas de los amigos de Zehngames para emplazar allí un artículo donde hablo de sus referentes, de lo que ha significado para mí el descansar al lado de una hoguera; en definitiva, de lo mucho que he disfrutado con Dark Souls.
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Y ya os adelanto que mi valoración final es la siguiente: