Audrey Whitticomb tiene dieciséis años y nada que temer. Su madre es la superheroína Morning Star, protectora de las Ciudades Gemelas, quien mantiene a salvo a la población.
Pero una noche, en un callejón oscuro, Audrey se enfrenta con algo de apariencia humana. Sin embargo, poco tiene que ver con una persona: está cubierto de escamas, tiene garras y luce una amplia sonrisa maléfica. Entonces, descubre la verdad: su madre no combate el crimen, sino que lucha contra los atormentadores, demonios despiadados que quedaron atrapados en el inframundo durante miles de años, pero algunos lograron escapar.
Para sobrevivir, Audrey tendrá que recurrir al don especial que siempre ha tenido: leer los recuerdos de los demás como si fuesen libros y hasta vislumbrar el futuro. Si logra acercarse a Patrick Tigue, un poderoso atormentador, podrá descubrir el próximo movimiento de los demonios. Pero León, un joven guardián tan mandón como atractivo, no comparte su plan y no piensa perderla de vista.
Ante la amenaza de una catástrofe que podría terminar con la humanidad, Audrey descubre dentro de sí un poder que ni siquiera sospechaba. ¿Será la clave para salvarse y proteger a su familia? ¿O será una fuerza tan poderosa que destruya el mundo?
Gracias a Editorial El Ateneo por el ejemplar.
Dark Star es de esos libros que cuando lo ves en la librería/te lo ofrecen para reseña/te lo regalan no es ni fu ni fa. La portada me gusta mucho pero no la amo, con los superhéroes he tenido buenas experiencias (vean Steelheart, sino) pero no son ni por cerca mis favoritos, y con el urban fantasy me decepcioné después de que el primero de CdS me gustara lo mínimo como para seguir la saga y el segundo tan poco como para abandonarla antes de la mitad.
Por eso tenía mis dudas a la hora de comenzarlo. Fui tanteando terreno poco a poco, fui conociendo a los personajes y me fui amigando con la historia. Y no es por alardear, pero ahora nos queremos tanto como Audrey quiere a Gideon.
Atención: la segunda cita tiene un spoiler. El que avisa no traiciona.
No quiero explicar demasiado de la trama más que aquello está en la sinopsis. Creo que es bastante fiel al libro, a diferencia de muchos otros que te venden gato por liebre. Lo que sí, les quiero advertir algo: por más de que en la sinopsis diga superhéroes, y que yo haya dicho superhéroes, y que incluso en la portada se refiera a una superheroína déjenme decirles que si van en busca de un Hombre Araña o un Batman pierden por goleada. Vayan sin miedo pero sin expectativas en cuanto a esto, porque lo que resulta es mucho mejor.
Yendo al semi-análisis-cosa, lo más básico en estos tipos de libros, para mí, son los protagonistas. En general en todas las historias, pero en estas en particular. El porqué creo que lo van a compartir: o la protagonista es demasiado idiota y orgullosa para su propio bien o es tan Mary Sue que no sólo es poco verosímil sino también demasiado irritante.
Lo que me dio más ganas de seguir una vez comenzada la lectura es su protagonista: Audrey no es perfecta, pero es real. Refleja a alguien de su edad, a una adolescente que a pesar de ser la hija de Morning Star y de tener un Saber lleva una vida normal, con amigos normales y, de nuevo, reales.
Audrey tiene la personalidad de una adolescente, y aunque sé que suena repetitivo y que acabo de decirlo, quiero que quede bien claro. Audrey tiene la personalidad de una adolescente. No actúa como alguien mayor, la familia (aunque disfuncional) sí está presente, las amistades, aunque afectadas por distintos temas (como la naturaleza de su Saber o la identidad de Morning Star), son como la de cualquier adolescente y mil etcéteras. Va a la escuela. Va a bailar. Se ducha. Bethany Frenette refleja la vida de una persona de la edad de Audrey aún cuando la historia va hacia otro lado.
"Hay lugares en los que es mejor no mirar", pensé. Hay lugares que te devuelven la mirada.
Sí, perdonen en fangirlismo por algo que parece tan básico, pero que en mi opinión no lo es en lo absoluto. Francamente me cansan muchas (y muchos) protagonistas que están preparados para todo lo que pasa en la historia, que al parecer son unos completos inútiles para todo pero cuando sucede el apocalipsis saben hasta preparar una bomba molotov teniendo solamente un pañuelo con mocos.
Pero Audrey es una de las que rompe con ese concepto. Sí tiene algunos conocimientos obvios porque teniendo a Morning Star de madre, a una abuela que le regala cartas de tarot, a un guardián poco mayor que ella viviendo en su casa y un Saber que utiliza hasta cuando no se da cuenta es algo evidente que tiene conciencia de ciertas cosas. Pero no lo sabe todo, y eso se refleja.
Y un día las chicas de su ciudad y de su escuela empiezan a desaparecer. A todas las encuentran muertas días o semanas después, y lo único que tienen en común para la policía es tan, tan pequeño pero tan importante que si se los dijera los estaría spoileando.
Esto deriva en que su madre y su adlétere, León, comiencen a esconderle cosas "por su propio bien"... lo que obviamente hace que Audrey se vuelva más curiosa y, si se quiere, suicida con tal de formar parte, de saber qué pasa.
Lo cieeeerto de esta historia es que me robó la capacidad de decir algo más sin que sea spoiler. Y no es que no sepa evitarlos (más allá de ser un poco -¡un poco!- burrita), sino que la historia tiene muchos detalles que si se mencionan hacen que todo pierda el sentido de leerlo. Sí, vas a seguir pasando las páginas igual, pero no es la misma emoción con la que lo harías sin estar spoileado.
Él también había presenciado su cuota de oscuridad, incluso si no se trataba de demonios. Tal vez para él era peor ver lo que las personas se hacían unas a otras.
Vamos a decir lo siguiente, para no dejarlos con esa duda de "tengo algo para decirte... no, dejá, mejor te digo después": no todo es lo que parece, y hay pequeñas pistas a lo largo de todo el libro para ciertas revelaciones que cuando te las digan no vas a saber cómo fuiste tan bobo para no verlas. Creo haberles dicho en mil y una reseñas que soy muy buena adivinando roles secretos de personajes o finales llegando a la mitad del libro, pero con este nada más le di a una sola cosa: ¡la historia de amor! ¡Lo más obvio dentro de todo este amasijo de pistas!
Dark Star es un libro que leí y terminé enseguida (ver Reading Friday de hace dos semanas) por lo dinámico y fluido que es; sorprendente, con un contexto realista por fuera de los Saberes y los superhéroes-no-superhéroes, y personajes simpáticos con los que vas a identificarte rápido. Y tranqui puedo decir que, retomando lo que dije al principio, si vas sin grandes expectativas de superhéroes lo vas a disfrutar mucho de principio a fin.