Revista Cultura y Ocio
"Cada vez que su hijo venía con su familia desde Tokio a visitarla, Kayo sacaba a su nieta Yüko a dar un paseo por la mañana temprano. Siempre se dirigía al cabo Kannon, ubicado en el extremo oriental de la península de Miura. La distancia de tres kilómetros hasta el cabo era la justa para un buen paseo."
Hace tiempo vi una película de terror titulada Dark Water. No diré que fuera muy original en su argumento, pero me pareció muy efectiva en sus formas. Por eso, y tras haber leído The Ring del mismo autor, no pude resistirme a traer este libro. Hoy traigo a mi estantería virtual, Dark Water.
Dark Water es una antología de relatos de terror en la que se incluye el que da título a la película que os comentaba, y que coincide con el del volumen. En ellos encontramos una muestra perfecta del terror oriental, mucho menos sanguinario de lo que uno puede esperar en este tipo de libros.
Partiendo de situaciones normales, o cuanto menos de personas normales, Suzuki da paso a una sensación de desasosiego creciente en el lector al unir todos sus cuentos con el denominador acuático común. Nos encontraremos con barcos a la deriva y muertos que atormentan, niños ahogados, travesías de pesadilla y fenómenos inexplicables. Y agua. Mucho, mucho agua. Aguas estancadas, contaminadas, salvajes, aguas oscuras y frías, espectrales, malolientes o aguas vivas: aguas del grifo, de lluvia, en mares... terror líquido dirá el autor en un momento determinado. Y para cuando lo dice, lo entendemos perfectamente, porque hemos sido espectadores de lo que puede suceder. No en vano, casi todos hemos pensado alguna vez al ver una noticia o película, en la angustia que ha de suponer morir ahogado en un mar inmenso.
Con la aparición de la película The Ring, el terror oriental se puso ligeramente de moda, de una forma un tanto efímera que pasó al cabo de unos meses. En el caso de la literatura, sigue siendo un gran desconocido. Hay muchos escritores orientales que se van colando en las librerías con sus prosas líricas, casi preciosistas y sus argumentos pausados. Pero en el caso de la literatura de género parece costar un poco más que se hagan un hueco. Personalmente me gusta ir conociendo cada género, probar un poco con éste o aquel nombre para comparar en formas y tramas. Por eso me acerqué a sus letras.El resultado es satisfactorio, la narración se antoja más moderna que en otros géneros y, como siempre que leemos sobre cotidianidad, nos va dejando pinceladas de la vida diaria de una cultura tan diferente a la nuestra como desconocida. Además, y por ser relatos, es fácil combinarlo con cualquier otro libro.
Me ha gustado, y me gusta además la arriesgada apuesta literaria de esta editorial.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias