Una idea original de la gran actriz China Zorrilla se materializa en esta destacada película de Alejandro Doria que se convierte en el fresco social de un momento de crisis en la Argentina que aun padece los coletazos de las dictaduras y el álgido momento de la crisis económica.
Los protagonistas: los médicos y enfermeras de un hospital público que trabaja a media marcha, tan común en las sociedades latinoamericanas, viven su vida profesional sin mística y mediocridad hasta que llega un joven atropellado (Un debutante Darío Grandinetti) despertando en el doctor Ventura (Luís Brandoni) una renovadora necesidad de salvarle la vida de la amenaza que se cierne por un sistema de salud precario y corrupto.
El inesperado vínculo que se construye entre el paciente y el médico, permite al galeno modificar una vida de frustración familiar y profesional, centrado en el extraño propósito de salvar a un desconocido a quien incluso no le interesa mucho superar su invalidez.
El desempleo, las crisis de pareja y la falta de valores son el pan de cada día en esta historia que logra redimir a quienes deciden sobreponerse a las adversidades. Esos héroes anónimos que de cuando en cuando surgen de la nada como ángeles de la guarda.
China Zorrilla recibe el premio a mejor actriz en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana en 1984, mientras el film y su director se alzan con el Cóndor de Plata del cine argentino en 1985.
Darío Grandinetti alcanzaría la fama internacional con su personaje de poeta y loco en la película "El otro lado del corazón".