“Ten paciencia, mira a tu alrededor. Comprende quien eres, de donde vienes y por qué y a dónde vas. Comprende que el tiempo está de tu lado y que el hecho de que alguien haya inventado un reloj no te obliga a apresurarte en la vida. Si comprendes eso, sabrás como utilizar el tiempo. Por lo tanto, la vida ya no es un problema. Hoy ya no es un problema. Nada es un problema, porque tú comprendes que el tiempo no existe”
—Russell Means, Sioux.“El tiempo no es oro. El oro no vale nada. El tiempo es vida.”
—Jose Luis Sampedro.
Parece que estar ocupado en estos tiempos nos confiere un cierto aire de estatus: vamos presumiendo las plumas de nuestro ajetreo, pavoneándonos del poco tiempo que tenemos a disposición para tareas superfluas que no están marcadas en el calendario ni nos producen dinero o satisfacción inmediata, nadie tiene tiempo para recostarse en el pasto o seguir la ruta de un caracol con la mirada.
Curiosamente en la era en donde muchas personas tienen acceso a una cámara en su bolsillo cada vez es menos frecuente buscar lo que no se encuentra de inmediato. Darse el tiempo para conocer lo que nos rodea, de descubrir el lado oculto de las cosas. La cámara omnipresente retratando siempre lo mismo.
No se necesita viajar a lugares lejanos para fotografiar ese otro lado, basta paciencia para recorrer de otra manera el parque cercano, ganas para ver el vecindario de otra forma.
Toma tu cámara, mira las nubes pasar y regresa a casa con una nueva visión.
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