Vivir en estos tiempos históricos es un lujo. Cada día nos encontramos con un nuevo desafío a nuestras creencias y prejuicios. Máximo Sandín, catedrático de biología y antropobiología de la UAM, comenta en esta entrevista cómo, empujado por las preguntas de sus alumnos universitarios a las que no podía dar respuesta, comenzó a investigar sobre el Darwinismo, yendo simplemente a sus fuentes, es decir a los escritos de Darwin. Y allí, sorpresa, en lugar de un gran científico se encontró con un graduado en teología que estableció una teoría basada en la observación de animales domésticos. Esa teoría, sujetada por alfileres, se convertirá en un constructo, un montaje sin base científica real pero que venía a apoyar el capitalismo salvaje de Adam Smith y las teorías de su amigo Francis Galton, padre de la Eugenesia y fundador de la Sociedad Eugenésica de Londres. Por cierto, el hijo de Darwin le sucedió en la presidencia de dicha sociedad. y más adelante, en 1913, J.D. Rockefeller también lo fue. Capitalismo y eugenesia parecen caminar de la mano. En su investigación Sandín descubre también que Hitler copió párrafos enteros de Darwin en su libro Mein Kampf.El darwinismo no gozó de mucho apoyo en el mundo científico hasta la IIGM. (Recuerdo que en los años 30 y 40 no sólo había nazis en Alemania, en Inglaterra también había importantes grupos elitistas que compartían y apoyaban las ideas eugenésicas)Pero en 1942 el Galton Institute lanzó toda una ofensiva en el mundo académico que, desde entonces, aceptó el darwinismo como única explicación al origen del hombre, instituyendo al mismo tiempo la idea que si no se es darwinista se es creacionista. Sandín plantea la duda sobre el origen del hombre. Es probable que vengamos del espacio. Como el agua. Como todo.
El origen del hombre sigue siendo un misterio.
