Revista Opinión

Dataísmo: La Religión del Algoritmo

Publicado el 25 febrero 2020 por Carlosgu82

Es casi «naíf» pensar cómo muchos filósofos del pasado, especialmente de finales del siglo XIX y principios del XX, pusieron su fe ciega en la ciencia como nuevo motor de la humanidad y libertadora del ser humano. Para Koprotkin, pensaro anarquista y pilar en el pensamiento ácrata, la tecnología liberaría al hombre del trabajo manual, haciéndolo más libre. Si bien la industrialización puede considerarse un éxito y un progreso en las condiciones laborales, no fue posible tras una ardua batalla social, y no podemos decir que las máquinas nos hayan hecho más libres.

Es más, ahora mismo la sustitución de la mano de obra humana por máquinas es un tema controvertido. Si bien hace décadas que superamos el shock laboral de sustituir mano de obra para trabajos manuales simples por maquinaria, con el desarrollo de la IA, las máquinas podrían competir con nosotros en cualquier tarea también a nivel intelectual, no sólo de cálculo. Es más, aunque el consenso es que la creatividad sigue siendo exclusivamente humana, algunos incluso hablan de que las máquinas podrían suplantar nuestro papel como artistas.

Sea como sea, todo son conjeturas y opiniones. Aunque las máquinas hace ya unas generaciones que han suplantado muchos de nuestros trabajos, la realidad es que el hombre moderno en términos generales lleva una vida más apacible. ¿Es gracias a las máquinas, a las luchas sociales o a una conjunción de todos estos factores? Es muy probable que sea todo y nada a la vez. El consenso de si las máquinas acabarán con nuestra pobreza y miseria económica sigue abierto.

No obstante, la tecnología tendría como efecto evidente terminar con la superstición. El ser humano siempre ha acudido a los mitos para explicar la naturaleza que no entiende. Es el método científico quien acabaría con esta ignorancia. Por lo cual, cuanto más avance la ciencia, más atrás debería quedar la religión. ¿O no?

Lo cierto es que puede que el ser humano necesite creer en algo superior, aunque sea su propia invención. El dataísmo es una creencia que adora al Big Data y a los algoritmos. Aunque suene a chifladura, lo cierto es que es una corriente de pensamiento seria y que es considerada en ocasiones religiosa. Lo más curioso es que no es una creencia seguida por unos pocos marginales, si no que es adorada en Silicon Valley, actualmente uno de los centros de poder más grandes del planeta.

Según esta filosofía o creencia, debemos empezar a adorar los datos y la información, y fusionarnos con la máquina. Aunque suene a ciencia ficción, lo cierto es que los algoritmos están ahí en todo momento: cuando usamos Fintonic para pedir un préstamo, cuando Amazon nos sugiere productos que comprar, cuando Facebook nos envía eventos interesantes… Queramos o no, están ahí.

Por lo tanto, parece que la hipertecnología ha traído una nueva religión: una basada en adorar a la información.

¿Es bueno o malo? No nos conviene a nosotros juzgarlo. No obstante, os recomendamos que leáis Homo Deus de Yuval Noah Harari si os interesa el tema.


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