Si eres de los que asocia a Halloween con los disfraces, las calabazas, los niños en busca de dulces por las casas, las arañas, los fantasmas, los vampiros. Déjame contarte de donde surge esta celebración.
¿Sabias qué?
Esta celebración es una tradición antigua de los celta que recuerda el último día de la cosecha y el principio del invierno, desde el año 1000 d.C. Esta antigua tribu creían que ese día en especial los espíritus de los muertos regresaban y encendían hogueras para alejar a los que no iban con buenas intenciones.
Se dice que durante la conmemoración se disfrazaban con cabezas y pieles de animales para conectar con el espíritu de los muertos. El líder de los celtas se colocaba una sábana blanca y llevaba una cabeza de caballo de madera.
Asimismo, los celtas ofrendaban platillos y dulces a los espíritus en las puertas de los hogares para mantenerlos alejados del interior de sus casas. Era una especie de alianza que les ofrecían la comida a cambio de no asustar a los mortales.
Los colores que predominan el Halloween son: el color naranja que representa la fuerza y la resistencia, el marrón y dorado, conmemora el otoño y la cosecha. Mientras que el color negro hace referencia a la oscuridad y la muerte. Estos colores juntos, recuerdan que Halloween fue un festival que hablaba de los límites entre la vida y la muerte.
Después de la celebración de la Navidad, es Halloween la segunda fiesta más comercial de los Estados Unidos: Se estima que los estadounidenses gastan alrededor de 6900 millones de dólares en Halloween, la mayor parte en dulces, disfraces, fiestas y también una sorprendente gran parte en disfraces de Halloween para mascotas.