¡Bienvenido a un nuevo post en el blog! Hoy vamos a analizar 3 datos que nos ofrece nuestro potenciómetro y que nos servirán para evaluar nuestra sesión de entrenamiento: el Índice de Variabilidad, el Factor de Intensidad (en inglés IF o Intensity Factor) y el Factor de Estrés de Entrenamiento (en inglés TSS, Training Stress Score).
En los 3 casos son datos que obtenemos después de la sesión de entrenamiento. No son consultables durante la sesión, porque su cálculo se realiza a partir de datos consultables durante el entrenamiento, , los watios medios y los watios normalizados.
Índice de Variabilidad
El Índice de Variabilidad nos indica si ha habido muchas variaciones de potencia a lo largo de una sesión (altibajos de potencia). Se basa en la diferencia que existe entre los watios medios y los watios normalizados, cuyas definiciones explicamos en un artículo anterior.
Índice de Variabilidad = Watios normalizados / Watios mediosLos watios normalizados son siempre iguales o superiores a los medios, por lo que el Índice de Variabilidad es siempre igual o superior a 1.
Factor de Intensidad (en inglés, IF o Intensity Factor)
Mide la intensidad de una sesión. Dado que la intensidad es algo muy subjetivo, rodar a 40 Km/h no es lo mismo para Froome que para un aficionado, el Factor de Intensidad se basa en el FTP del ciclista.
Factor de Intensidad = watios normalizados / FTPDe acuerdo al resultado, podemos clasificar el Factor de Intensidad de una sesión según la siguiente tabla y relacionarlo con las zonas de entrenamiento por potencia y las zonas por frecuencia cardiaca:
Factor de Estrés de Entrenamiento (en inglés, TSS o Training Stress Score)
El TSS sirve para cuantificar la dureza de una sesión. El valor del TSS tiene en cuenta diferentes aspectos de la sesión: su duración, su potencia normalizada, su intensidad (a través del Intensity Factor) y la forma física del individuo (a través de su FTP).
La mayoría de dispositivos calculan el TSS de forma automática. No debes alarmarte ante la aparente complejidad de la fórmula.
El principal inconveniente es que el TSS no relativiza el tiempo de entrenamiento ni lo adapta al nivel de adaptación del ciclista. Es decir, no tiene en cuenta lo habituado que está el ciclista al entrenamiento. Por ejemplo, 4 horas de entrenamiento es algo normal para un profesional, mientras que para un aficionado puede ser algo extraordinario.
Lo expuesto anteriormente provocará que para un ciclista poco entrenado resulte muy complicado alcanzar valores altos del TSS, mientras que un profesional alcanzará un valor de 300 prácticamente cada día.
Para terminar
¡Hasta aquí ha llegado el artículo de hoy! ¡Espero que te haya gustado! Cada vez son más y más los posts que vamos trayendo por el blog referidos a entrenamientos por watios, frecuencia cardíaca, cadencia... ¡Si tienes dudas o sugerencias o quieres comentar tus impresiones sobre estos tipos de entrenamientos estaré encantado de que lo digas en la caja que hay al pie de la entrada!
¡Nos vemos en el próximo post!