Datos sobre masacre de la plaza Tiananmen

La masacre de la plaza de Tiananmen fue más que una simple fotografía. Hoy en día, está inmortalizado en la imagen de un hombre solitario de pie contra una línea de tanques. Pero "Tank Man" fue sólo un pequeño momento en una lucha por la libertad que se desarrolló durante 50 largos días y en casi todas las partes del país.

9- Oficiales de policia golpean a 300 estudiantes en la puerta de Xinhua:

Más de un mes antes de que comenzara la masacre, la primera señal de violencia estalló en Xinhua. Los estudiantes de las universidades de Beijing habían salido a protestar. Una multitud de unas 10.000 personas organizó una sentada frente a la puerta, pidiendo que el primer ministro Li Peng saliera a reunirse con ellos y gritase: "¡Viva la democracia!"
Una cuadrilla de mil agentes de policía salió para mantener la orden, uniendo sus brazos para formar un círculo alrededor de 300 de los principales manifestantes, bloqueándolos de los demás. Los estudiantes quedaron atrapados y, por primera vez, las cosas empezaron a ser violentas.
Algunos de los estudiantes trataron de romper la barricada de la policía, mientras que otros tomaron rocas y botellas y los arrojaron a la policía. Al principio, los oficiales, bajo órdenes de no herir a los estudiantes, no hicieron otra cosa que retenerlos. Pero al amanecer, sus órdenes habían cambiado.
Funcionarios enviaron autobuses al sitio para llevar a los estudiantes a sus campus, pero algunos de los 300 se negaron a ir. Cuando se resistieron, la policía, reprimida con frustración, sacó sus bastones y golpeó a los estudiantes a mitad de la muerte. Fueron arrastrados a los autobuses con las cabezas agrietadas y sangrando.
Una protesta pacífica se había vuelto oficialmente violenta. A partir de ese momento, no hubo marcha atrás.

8- Protestantes le llevaron a los soldados comida:

Incluso después del incidente de la Puerta Xinhua, muchos de los manifestantes todavía sentían una solidaridad con los soldados que fueron enviados para mantener la paz. Algunos manifestantes incluso alimentaron a los soldados.
El 19 de mayo, después de más de un mes de protestas, el gobierno chino dio la orden de enviar a las tropas. Comenzaron a marchar hacia la Plaza de Tiananmen, pero la gente se lanzó a las calles para bloquear su camino. Miles de personas, estudiantes protestantes y ciudadanos simpatizantes por igual, se precipitaron a las calles, rogando a los soldados que no fueran más lejos.
Los soldados estaban atrapados, bloqueados por una multitud de gente que les cantaba consignas y daba conferencias. Pero la gente no dejó que las tropas sufrieran. Según un militar, Chen Guang, los manifestantes trajeron a los soldados atrapados de la comida y ayudaron a escoltarlos a los baños para asegurarse de que estuvieran a salvo.
"Nos dijeron que eran malas personas", dijo Chen Guang, "pero los estudiantes parecían tan honestos y serios".
Fue un acto de bondad lo que hizo lo que siguió aún más horroroso. Bastante pronto, Chen Guang y su unidad se abrirían camino, entrando furtivamente en el corazón de la ciudad disfrazada. Allí, se les ordenaría abrir fuego a las personas que, sólo unos días antes, les habían traído comida.

7- Un general fue arrestado por rehusarse a usar la fuerza:

Antes de que los oficiales del partido dieran la orden de enviar soldados, los funcionarios llevaron a los comandantes de las tropas al cuartel general. Se les ordenó que prometieran su apoyo al partido y su voluntad de luchar contra su propio pueblo con fuerza militar.
Sólo un hombre se negó: el General de División Xu Qinxian. "El Ejército Popular jamás se ha utilizado en su historia para reprimir al pueblo", dijo luego a la prensa. Hablando, sabía, estaba arriesgando su vida. Pero esto, decidió, que era mejor que abrir fuego al pueblo chino. "Prefiero ser decapitado que ser un criminal a los ojos de la historia", dijo.
Cuando llegaron las órdenes, muchos soldados se sentían de la misma manera que Xu Qinxian. Siete comandantes pasaron alrededor de una petición que suplicaba al gobierno que reconsiderara. "El ejército del pueblo pertenece al pueblo", escribieron, "y no puede oponerse al pueblo. Menos aún puede matar a la gente ".
El comandante Xu Feng ocultó su división en los suburbios de Beijing, fingiendo que su radio estaba funcionando mal y que no podía oír la orden diciéndole que marchara a Tiananmen.
Los hombres no fueron asesinados, pero Xu Qinxian fue juzgado por un tribunal, condenado a cinco años de prisión y prohibido de entrar a Beijing. Quizás valió la pena, sin embargo. Por hoy, es recordado como un héroe y no, como él temía, un criminal a la historia.

6- Los primeros soldados que abrieron fuego, no tenian aun la orden de hacerlo:

El gobierno emitió la orden de usar las rondas en vivo para limpiar la Plaza de Tiananmen, pero mantuvieron los detalles vagos. No podían dar una orden de disparar a civiles por escrito, así que nunca especificaron si esas balas serían disparos de advertencia o fuego letal. Los soldados tuvieron que decidir eso por sí mismos.
Se les prometió que no habría "consecuencias legales" si sus balas penetraban en el cuerpo de las personas. Sin embargo, algunos de los hombres sólo apuntaron sus armas y dispararon tiros de advertencia, negándose a matar a su propia gente.
No todo el mundo, sin embargo, tenía escrúpulos de lastimar a la gente. A estas alturas, las protestas eran a menudo violentas. Algunas personas estaban arrojando ladrillos y botellas a los soldados, mientras que otros estaban tratando de separar los vehículos de las tropas con barras de hierro. Algunos soldados se enojaban, y algunos buscaban una excusa para matar.
Un grupo de soldados firmó un juramento en su propia sangre para limpiar la Plaza de Tiananmen. Un batallón marchó hacia el centro de la ciudad con el lema "¡Alcanzen a Tiananmen o mueran!"
"Nadie dijo que dispararan, pero fue, como, 'Vamos a enseñarles una lección'", recordó un soldado, Wang Yongli. "Y entonces esos soldados desataron su furia."
La masacre de Tiananmen había comenzado.

5- Los tanques atropellaron a los estudiantes que huian:

Una vez que la masacre había comenzado, pocos se quedaron en la plaza. El gobierno estaba lanzando bombas de gas, lanzando disparos en vivo a la multitud, y cargando con tanques. La mayoría de la gente corrió por sus vidas. Sin embargo, incluso después de haberse dirigido a sus hogares, algunas personas fueron perseguidas y asesinadas.
Un estudiante recordó que dos de sus compañeros habían salido simplemente cuando el caos comenzó, dirigiéndose abajo de un carril de la bici en un paso lento. El gas había sido liberado, pero no podían imaginar que el gobierno los detuviera de regresar a casa. Así que, como todo el mundo entró en pánico, caminaron a un ritmo lento y descuidado.
Sin embargo, un tanque descendió tras ellos, persiguiendo al grupo que huía. Los dos chicos que habían elegido caminar fueron aplastados primero. Uno murió en el acto. El otro tenía su pelvis aplastada bajo las huellas de una máquina de guerra, dejándolo mutilado y sufriendo una muerte lenta y dolorosa que tardó años.
El testigo contó a 11 estudiantes aplastados por la estampida del tanque. Uno llamado Fang Zheng confirma la historia, diciendo que estaba llevando a una niña fuera del camino del tanque cuando sus piernas fueron jaladas debajo del vehículo y aplastadas. Había sido un lanzador de disco olímpico, pero ahora su carrera había terminado. Durante el resto de su vida, estaría bajo estrictas órdenes del gobierno para decirle a alguien que le preguntó que había perdido las piernas en un accidente automovilístico.

4- Una turba destrozo un tanque lleno de soldados:

A medida que las columnas de tanques y vehículos blindados de transporte de personal (APC) rodaron hacia la Plaza de Tiananmen, una de las APC cayó de formación. Pronto, se encontró rodeado por una multitud de gente furiosa.
El conductor trató de salir de la multitud con seguridad antes de que pululaban el vehículo, pero no podía hacerlo. Como reposicionó su vehículo, accidentalmente corrió sobre algunos manifestantes y los aplastó hasta muerte.
La multitud se volvió loca. Esta vez, no huyeron. Una multitud saltó sobre la APC y empezó a desgarrarla. Sacaron a los hombres dentro del vehículo y, mientras los soldados miraban, golpearon a los hombres hasta la muerte e incendiaron el vehículo.
El ejército no reaccionó de inmediato, aterrorizado de que empeoraran las cosas. Pero una vez que vieron a sus camaradas asesinados y su vehículo destruido, abrieron fuego contra la multitud, matando a decenas de personas mientras los otros corrieron por sus vidas.

3- En Chengdu las cosas eran aun mas violentas:

La masacre de la Plaza de Tiananmen no ocurrió en Tiananmen. Las protestas estallaron en lugares de todo el país, y el de Chengdu pudo haber sido aún más violento.
La multitud se reunió en la Plaza Tianfu, un lugar que habían llamado "Little Tiananmen". Al principio, estaban en paz. Pero cuando salió la noticia de lo que había sucedido en Pekín, las cosas cambiaron.
La gente de Chengdu salió a las calles con pancartas que decían "Masacre de junio" y "No tenemos miedo a morir". Cuando llegó la policía, los manifestantes arrojaron piedras contra ellos. La policía golpeó con gases lacrimógenos y bastones, y todo el lugar irrumpió en el caos.
Una batalla entera estalló entre la gente y la policía. Según testigos, una multitud se aferró a un hombre que creía que era un policía, lo arrojó al suelo y pisoteó su rostro hasta que no quedó nada. Otros dicen que vieron a policías lanzando a la gente a camiones como sacos de arena, apilándolos uno encima de otro y sofocando a los que estaban pegados al fondo.
Al final, 1.800 personas resultaron heridas en Chengdu. Ocho fueron confirmados muertos, y muchos más simplemente desaparecieron. Algunas familias tuvieron que pasar el resto de sus vidas exigiendo saber qué había sucedido a sus hijos.

2- Los fotografos eran golpeados y robados:

Había fotógrafos y periodistas en Pekín, pero eso no significaba que el gobierno estuviera contento. Ellos no querían que las imágenes de la masacre salieran, y enviaron a la Oficina de Seguridad Pública -la policía secreta de China- para que no salieran fotos del país.
Charlie Cole, el hombre que ganó un World Press Award por su foto del "Tank Man", tuvo que arriesgar su vida por tomar esa foto. Cuando se dirigió a la azotea de su hotel para tomar fotos, fue atacado por la policía secreta. Lo golpearon con un ganado, y robaron toda su película.
Los convenció, sin embargo, de dejarle guardar su cámara y logró ocultar alguna película sin usar. Cuando llegó a la cima, vio a Tank Man en acción y rompió el famoso cuadro. Pero entonces él tenía que encontrar una manera de sacarlo.
Cole volvió a su habitación y revelo sus fotos dentro del de retrete justo antes de que la policía secreta estallara por su puerta. De nuevo, lo golpearon y robaron su película. Esta vez, sin embargo, también tomaron su pasaporte y le obligaron a firmar una declaración diciendo que había tomado fotografías ilegales durante la ley marcial.
Pero nunca encontraron las fotos que había ocultado. Cuando la costa estaba despejada, Cole salió furtivamente con las fotos, se las precipitó a la oficina de AP, y consiguió las imágenes de la masacre y logro exponerlas al resto del mundo.

1- Deng Xiaoping elogió a los soldados como mártires:

El 9 de junio, poco después de que terminara lo peor, el presidente Deng Xiaoping pronunció un discurso sobre la masacre. Llamó a la policía y a los soldados que habían muerto en la masacre "defensores del pueblo". Luego le dijo a la multitud: "Sugiero que todos nos pongamos de pie y paguemos un homenaje silencioso a los mártires".
Esos mártires, sin embargo, eran sólo los soldados, no los manifestantes. Los civiles que habían estado en huelgas de hambre por la democracia y habían sido asesinados por su propio ejército, dijo, no eran "personas comunes". Deng Xiaoping declaró que estas personas eran "la escoria de la sociedad".
"Nunca debemos olvidar lo cruel que son nuestros enemigos", dijo Deng. No especificó quiénes eran esos enemigos, pero lo dijo pocos días después de ordenar al ejército chino que matara a sus propios civiles. "Para ellos, no deberíamos tener un iota de perdón.