La religión de los datos o como creer todo aquello que nos dice una encuesta o estadística. En este continuo cambio que describe la sociedad líquida, como apunta el sociólogo Zygmunt Bauman, en la que todo es volátil y está expuesto a los cambios inmediatos que se pueden producir por una falta de valores adquiridos, produce que cada nuevo escenario sea interpretado de una manera rápida y en ocasiones poco efectiva.
En las últimas semanas, diversos organismos y entidades han publicado una serie de encuestas y estadísticas que de una u otro manera intentan medir cómo se encuentra el estado socio-económico de España. Lo que sucede en ocasiones es que por cuestiones partidistas solo se hacen valoraciones de un dato, y si éste es sesgado, casi tendrá más valor.
Paro registrado
La pasada semana se conocía el dato de paro resgistrado que ofrece el Servicio Público de Empleo, dependiente del Ministerio de Trabajo. La mayoría de los medios de comunicación en España optaron por quedarse con el titular de las casi 100.000 personas más que había desempleadas.
El dato de las casi 100.000 o más de 95.000 personas es un arma arrojadiza según el medio y su ideología. El número es de 98.906 personas. Si este dato es ya lo suficientemente malo para ofrecer una fotografía fija del número de parados, peor lo es si se hacen redondeos al alza o la baja. Y es malo, porque entre otras cosas, esta cifra no contiene por ejemplo la inmensa cantidad de parados que hay en la comunidad estudiantil.
Pero atendiendo a las múltiples lecturas que se debe hacer de esta estadística, los medios se atacaban mutuamente con el dato de que el octubre de 2008 hubiera sido mucho peor, síntoma de una mejoría. Pero la realidad de la mejoría no es esa. Lo que de verdad confirma que hay una mejoría es la tercera bajada consecutiva de la tasa interanual de paro registrado. Lo que de una manera progresiva, significaría que efectivamente los años "duros" de la crisis eran 2008 y 2009, por lo que el final se puede antojar relativamente cerca.
Confianza del consumidor
A principios de la semana pasada también se ofrecieron los datos de un indicador que en estos tiempos de crisis está resultando muy recurrente. Se trata del ICC (Índice de Confianza del Consumidor) que elabora el ICO.
Nuevamente, los medios de comunicación y su acuciante necesidad de crear titulares, les hizo presentar dichos datos como algo negativo. Y lo cierto es que en octubre el ICC-ICO descendió 1,1 puntos respecto al mes anterior. Pero el indicador parcial de expectativas aumentó en 0,5 puntos como consecuencia del incremento en 2,9 puntos de las expectativas sobre la economía del hogar para los próximos seis meses.
Pese a ello y otras bajadas, lo que siempre hay que tener en cuenta son las
variaciones interanuales, porque por ejemplo, los componentes de expectativas sobre la economía española y el empleo experimentaron descensos de 0,7 y 0,5 puntos respectivamente. Sin embargo, en términos interanuales, el indicador de expectativas aumentó 25,5 puntos por la mejora de las expectativas acerca del empleo (+31,3 puntos), la economía del país (+26,6 puntos) y la economía del hogar (+18,6 puntos).
CIS y rarezas
Otra de las encuestas que proporciona datos muy interesantes, sobre todo de carácter socio-económico, es el conocido barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).
En este caso, se vuelve a poner de manifiesto como los medios intrerpretan los datos a su libre imaginación. La principal preocupación de los españoles, tanto a nivel colectivo como individual: es la economía y la actual situación de desempleo. Pues bien, los medios siguiendo la ola corruptiva, decidieron dar una importancia que no tenía a la situación política. Sobre las preocupaciones generales, es cierto que la clase política no sale muy bien parada, pero ante la pregunta concreta de "¿qué le preocupa a usted?", problemas como la Educación o la Inmigración están por delante de esos problemas políticos.
Encuesta de Población Activa
El más fiable de los medidores de la población desempleada en España, que no por ello el más preciso, es la EPA.
Sus resultados que salieron hace unas semanas, y de los cuales me hice eco en Tinta Digital, volvieron a entrever que la verdadera preocupación de los medios no es ocasiones informar. Y es que más allá de los datos de paro, que efectivamente sí son preocupantes, hay otras cuestiones como la tasa de paro juvenil, o la ingente cantidad de contratos temporales, que parece no sean relevantes, cuando la realidad es que los problemas estructurales de paro y precariedad laboral sólo se pueden atajar si se solucionan estos problemas.