Revista Baloncesto

David Blatt convence a Tyrese Rice

Publicado el 18 mayo 2014 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
El coraje del base del Maccabi de Tel Aviv y Hickman, y el rebote ofensivo vuelven a dejar al Madrid en la orilla de levantar la Euroliga

David Blatt convence a Tyrese Rice

Rice levanta el MVP de la Final Four mientras le abraza su hijo - Foto. Marca. 


Se habla mucho de las pizarras, de esas flechas y círculos en los que los entrenadores señalan movimientos, posiciones y jugadas, pero a la hora de la verdad un entrenador también debe transmitir, o más bien contagiar, confianza a sus pupilos. Puede sorprender que el Maccabi Tel Aviv sea el nuevo campeón de la Euroliga en Milán y que Tyrese Rice, ese jugador que recibe el MVP de la Final Four y al que achucha su hijo, haya sido el jugador de decisivo del torneo sacándose una canasta imposible en el penúltimo suspiro en
semifinales ante el CSKA y haya descabalgado al Madrid de Sergio Rodríguez en la prórroga de la final (86-98). Logros que no deberían ser tan extraños si se recuerda ese discurso directo y conmovedor que hizo David Blatt, el mismo que frustró a Pau Gasol y compañía en el Eurobásket de España de 2007, en el vestuario del Novia Arena de Tel Aviv tras clasificarse para la Final Four de Milán ante el Olimpia Milano, el anfitrión: "Chicos, sois el mejor equipo al que he trabajado". Los rebotes ofensivos (19, 6 de ellos del incansable Tyus) desgastaron al gran favorito, que venía de despellejar al Barça y que acabó quedándose en la orilla del título como el año pasado ante el Olympiacos de Spanoulis. Su novena Copa de Europa, primera con la denominación de Euroliga, tendrá que esperar.  

Blatt no solo es un tremendo estratega, no solo supo corregir y tranquilizar a su grupo otra vez, tras un inicio errático (26-15) con un Rudy Fernández imperial y un Sergio Llull como director. El técnico del Maccabi también pidió cabeza y calma. Fueron Rice y sobre todo Blu quienes reactivaron al grupo (35-33 al descanso). Un tanteo mínimo para un Madrid que hacía mucho daño en el rebote ofensivo, especialmente con Felipe Reyes, por el que no parecen pasar los años y que sigue dejando en evidencia a sus detractores. Sin él y sin Sergio Rodríguez en pista Hickman, casi infalible durante un rato, volvió a poner por delante en el marcador al Maccabi (40-41 a los 23m 5s) tras el 7-13 inicial. Tyus era un portento y Sergio Rodríguez era el alma del Madrid, pues a Mirotic le costó un mundo meterse en el partido, y Llull, a pesar de sus ocho asistencias, falló sus siete tiros. Solo metió un triple después de que el árbitro señalase una personal, cuando no valía. Las dudasAl Madrid le entraron muchas dudas. Ninguna acción mejor para mostrarla que cuando, a falta de poco más de un minuto, Rudy y el Chacho se pasaron la patata caliente, y Mirotic falló en un mal tiro. La convicción que se sobró a un Rice espléndido, gran responsable el año pasado para hacer campeón de la Bundesliga al Bayern de Múnich el curso pasado, para penetrar y marcarse una bomba y para jugarse el tiro que pudo evitar una prórroga que desequilibró para desconsuelo de un Madrid que en esos momentos no supo encontrar más respuestas que las de Sergio Rodríguez y los tiros libres en un buen partido de Bourousis. Insuficiente para que Blatt no llevase el partido a su terreno y concretase con hechos aquello que dijo en el Nokia Arena. Por nombres y talento no serán los mejores jugadores que ha entrenado, pero quizás sí los que mejor hayan sabido optimizar sus recursos, algo fundamental en una cita tan quisquillosa como la Final Four y en la que suele reinar el más frío y combativo. El Maccabi lo fue esta vez y con mucha diferencia. "Ojo de tigre, corazón de león", sentenció en su Twitter el propio Rice. El héroe de un grupo ejemplar.

MADRID 86 (16+19+20+18+13): Llull (-), Darden (7), Rudy Fernández (15), Mirotic (12), Bourousis (12) —quinteto inicial—; Reyes (12), Sergio Rodríguez (21), Slaughter (2), Mejri (-), Carroll (5) y Díez (-). MACCABI TEL AVIV 98 (15+18+20+20+25): Ohayon (4), Hickman (18), Smith (15) Pnini (-), Schortsanitis (9) —quinteto inicial—; Tyus (12), Blu (14), Rice (26) e Ingles (-). Arbitros: Crhistodoulous (GRE), Pukl (SLO) y Jovcic (SRB). Incidencias: Unos 12.000 espectadores en el Mediolanum de Milán. Unos 12.000 espectadores en el Mediolanum de Milan.

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