Revista Cultura y Ocio

David Copperfield. Charles Dickens

Por Mientrasleo @MientrasleoS
     
David Copperfield. Charles Dickens

     "Tenía mi cabeza sujeta como en un tubo; pero yo me retorcía a su alrededor rogándole que no me pegase. Se detuvo un momento, pero sólo un momento, pues un instante después me pegaba del modo más odioso. En el momento en que empezó a azotarme, yo le acerqué la boca a la mano que me sujetaba y la mordí con fuerza. Todavía siento rechinar mis dientes al pensarlo."
     Y para terminar de recuperar la normalidad , un clásico. Y de uno de esos autores con su nombre escrito en mayúsculas que no puede faltar en ninguna biblioteca, un libro que todos conocemos porque el nombre de su protagonista nos resulta tan familiar como el de Peter Pan. Hoy traigo a mi estantería virtual a David Copperfield.
     Conocemos a David, un niño pobre y sin padre en una época llena de miserias en Inglaterra. Lleva una vida relativamente feliz hasta que su madre se casa de nuevo y vive una situación insostenible de mano de su padrastro. Esto le empujará a dejar su casa y buscar su propia supervivencia sorteando dificultades para conseguir el ansiado ascenso social que le proporcione la felicidad.
     Dicen que esta novela es la mejor del autor, la novela perfecta, redonda. Y posiblemente sea así. En esta historia acompañamos a David sabiendo que tarde o temprano veremos reflejado en él algún rasgo de un conocido, incluso de nosotros mismos. La lucha, las personas que encuentra por el camino con mayor o menor fortuna, sus reacciones cuando las cosas le empiezan a ir mejor... hacen que se convierta en una suerte de amigo/confidente para el lector. Es un libro voluminoso, sí, pero no por ello pesado de leer. Pasa con él justamente lo contrario ya que el autor nos sitúa en la Inglaterra victoriana poblada de personajes diferentes que también viven sus pequeñas historias, todas ellas se entretejen sin olvidarnos de nadie para terminar formando eso que yo tiendo a llamar "novelón". Una historia que se caracteriza sobre todo por los sentimientos que hace brotar en el lector. Nos sorprendemos sonriendo, emocionados, divertidos, incluso extrañados por las coincidencias que el autor deja caer entre sus páginas.  Y sobre todo disfrutando de la lectura, porque ya en las primeras páginas somos conscientes de que estamos ante una de las grandes obras de la literatura universal.
     Junto al protagonista desfilan los personajes a los que ya nos tiene acostumbrados Dickens. Buenos buenísimos y malos pérfidos, metidos en su papel hasta el fondo, sin salirse del guión que su creador les tiene pautado y sin que por ello nos resulten artificiales. Personajes que terminarán siendo personas con sus defectos y virtudes, con sentimientos que asoman entre las letras para sorprendernos y conseguir quedarse con un hueco en nuestras mentes y corazones. Os invito a leer un libro en el que nunca dejan de pasar cosas y nunca nos dejamos de preguntar qué sucederá a continuación.
     Hay pocos libros que nos de pena ver que nos aproximamos al final, que nos dejan la sensación de estar perdiendo un amigo que nos ha ido contando cosas y al que le preguntaríamos más sólo por alargar el momento de la despedida. Eso pasa con David Copperfiel, lo peor que tiene es el final. No por la forma de terminar el argumento, que es redonda y perfectamente razonada, sino porque llega un momento en el que en este libro se escribe, al igual que en todos, la palabra FIN.
     Y vosotros, ¿recordáis algún libro que os haya dado pena que terminara?
     Gracias
   

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