Revista Cultura y Ocio

David Golder. Irène Némirovski

Por Mientrasleo @MientrasleoS
David Golder. Irène Némirovski
      Si algo tienen de bueno las ferias, es que los puestos de las librerías exponen siempre una zona con los libros elegidos por el librero en la que podemos encontrarnos pequeños tesoros. Hoy traigo a mi estantería virtual, David Golder.

     Conocemos a David Golder, un banquero millonario que ha descubierto eso de que el dinero no da la felicidad junto a una mujer fría como un témpano y una hija manipuladora que parece tener, junto a su madre, el vicio de gastar todo lo posible. Y ahora, tiene problemas serios de salud. Eso significa que sus acciones caen y, evidentemente, su mujer interesada en el dinero no se va a quedar a su lado.

     Para los que somos lectores habituales de Némirovski es fácil reconocer en esta novela a algunos de sus personajes habituales que están, en mayor o menor medida, basados en vivencias de la propia autora. La familia millonaria que no es precisamente buena, el judío avaricioso (no olvidemos que la autora se convirtió al catolicismo), la arpía, la hija caprichosa... La verdad, desconozco cómo era la familia de la que procedía la autora, pero dicen las malas lenguas que es de dónde bebía para crear sus personajes. Y con eso ya lo digo todo.

     En esta ocasión nos presenta a un hombre que ha salido de un país pobre y de un barrio aún más pobre, y que ha conseguido triunfar en la vida hasta convertirse en uno de los hombres más ricos de su país. Así el Golder: infeliz pero rico o rico pero infeliz. Y además lo hace en apenas un puñado de páginas en las que el lector casi puede sentir el dolor de un infarto y también la desesperanza más absoluta de quien no es querido, a quien atacan rompiendo su corazón y provocando un daño superior al del problema cardiaco. Golder va a descubrir casi todo por las malas y el lector lo acompaña pensando eso de que el dinero no da la felicidad y que tal vez, solo tal vez, no le hubiera ido tan mal aunque con menos lujos, si no se hubiera embarcado en cambiar de vida. Quién sabe lo que es mejor para cada uno. Incluso el propio Golder reflexionará sobre ello. Némirovski nos deja así una historia triste hasta el desconsuelo en la que el lector se ve atropellado por la magnífica narración capaz de sumergirnos en la historia. Una historia con una familia terrible cuya hija me ha dejado una honda huella.

     David Golder es una gran novela en la que la autora muestra su maestría narrativa y que recomiendo abiertamente tanto a sus lectores habituales como a los no iniciados. La vida es dura.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.


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