y prisioneros de guerra
pero siempre respetamos
la convención de ginebra
y nunca crecieron
entre los gritos de la infancia
claveles demacrados
6 LOS VIGILANTES
Los balones rompían los vidrios de las ventanas en mil juramentos en la plaza de la soledady ya no regresaban porque tampoco lo hacían los niños que una vez fueron aquellos hombres que ya por entoncesy ya para siempre vigilaban acerasy mares David González en Ojo de buey, cuchillo y tijera (Edición de autor, 1993)
Nota de David González: El título original del primer poema era, en 1993, Derechos humanos. Lo cambié a Ginebra, en el año 2009, cuando incluí dicho poema en mi último libro con Bartleby Editores, es decir, en Loser.