Ayer fue un buen, gran día. Me explico. Por razones en las que no voy a entrar en este post, me interesa mucho el mundo del ballet y ayer, a la cuatro de la tarde, fui a ver Cisne negro, y bueno: lo flipé en colores. ¡Qué peliculón! ¡Qué peliculón, joder! Que me hizo pensar: ¿merece la pena anteponer tu arte a todo lo demás? ¿Merece la pena sacrificarlo todo, incluso tu propia vida, por tu arte? Yo pensaba que sí. Ahora ya no estoy tan seguro. Sobre todo, si pienso que en la sala había 5 personas, mientras que en la sala en que se proyectaba esa porquería de Torrente había pila gente.
Luego, al llegar a casa, me esperaba una de esas sorpresas que últimamente me alegran la vida. Una plaquete con 20 ejemplares de El día en que Peter Pan empezó a envejecer, una plaquete con 9 poemas y 9 ilustraciones y fotografías, adelanto de mi próximo libro con Bartleby Editores: No hay tiempo para libros... Está editada, con el permiso de Bartleby Editores, por La Fragua de Metáforas, en la colección Hojas del Fuelle, dirigida por la poeta y amiga personal Mertxe Manso.
Las ilustraciones y fotografías, magníficas, son obra de la artista Suko Susana.
Está mal que yo lo diga, pero es la verdad: ha quedado de puta madre. Cada ejemplar está hecho a mano. El papel de cubierta, así como el del interior, es de una calidad increíble, lo que hace de esta plaquete, al margen de la calidad o no de mis poemas (pues la calidad de las ilus y las fotos de Suko está fuera de toda duda) un objeto de arte, una pieza de coleccionista.
Llevaré los 20 ejemplares a Elche, pues el viernes 19 recito allí con el poeta y hermano Antonio Orihuela. Un viaje, este a Elche, que por una mala jugada de mi memoria, se me ha complicado bastante, pero que, finalmente, gracias a la generosidad de cierta persona a la que le debo mucho, podré realizar, aunque será casi un viaje relámpago, pues salgo de casa el jueves 17 a las ocho y media de la mañana, llego a Alicante a las cinco y media de la tarde, y regreso el sábado 19, sin tiempo apenas para saborear el encanto de Elche, una ciudad que realmente me tiene hechizado y más aún después de lo bien que me trataron el año pasado allí (gracias Alicia, gracias Edu, gracias Vane)...
Si alguien quiere hacerse con esta plaquete, ha de escribir a La Fragua de Metáforas, a la atención de Mertxe Manso, a la que desde aquí le doy las gracias por el amor que tanto ella como Manolo han puesto en su edición.
Esta es la cubierta:
Este uno de los poemas:
Y este el dibujo de Suko Susana que acompaña al poema:
Y como, sinceramente, ando muy agobiado con cincuenta mil historias, creo que me voy a tomar un respiro y es más que probable que este sea el último post hasta el próximo domingo o lunes.