David & Loreto se casaron, y con los suyos, con los más cercanos. Una boda íntima y una de las bodas donde más emoción he podido ver, sentir, tocar y sobre todo fotografiar.
Era todo un reto crear los recuerdos de dos fotógrafos de boda. Y de las conversaciones del sensor, las lentes y la luz pasamos al momento, a la intuición, al dejarse llevar. En todo momento me dejaron máxima libertad cosa que agradezco enormemente. Para mí fue un paso importante en mi trayecto profesional para seguir creciendo por dentro y por fuera.
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Un tartazo, mensajes dentro de botellas llenas de fotos y de recuerdos, abrazos longitudinales, lágrimas esteneopeicas, pasión, y un largo futuro por delante.
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Mil gracias de verdad, nunca olvidaré la oportunidad que me brindasteis. Seguimos en la brecha compañeros!!!
Besosss!!!!