Ya quea muy poquico. El 15 de Julio verá la luz el nuevo disco de David Lynch. Parece ser que el realizador ha decidido tomarse un respiro –cinematográfico- y continuar dando rienda suelta a su faceta musical. Si su primera incursión en la música fue espectacular y por la puerta grande, este reencuentro promete y muy mucho.
De la mano de la increíble Lykke Li (de la que ya se ha dado buena cuenta en esta santa casa) nos regala el aperitivo a modo canapé de lo que se supone será el primer single de este gran sueño (“The big dream”). La sueca es una de mis debilidades. Jamás pensé que un disco como Crazy clown time (álbum debut de David Lynch) pudiera ser tan adictivo y enigmático. Durante el 2012 lo lleve en repeat a modo de tratamiento psicológico para males mayores del día a día. Así que no me puedo ni imaginar como puede ser la combinación de ambos artista bajo un mismo largo.
Desde que hace unos días leí que David Lynch tenía terminado y casi puesto en marcha “The big dream”, desgrano las horas como si fuera a encontrar el 15 de Julio un maná necesario para seguir creyendo en la especie humana.
¿Por qué David Lynch? Todo empezó por culpa de mi amado Xim y su maravilloso blog Polidistorsión. Allí al buen hombre se le ocurrió comentar y analizar su Crazy clown time y fue donde caí en las redes del mundo Lynch. No se si darle las gracias o rogarle a cualquier ente supremo de esos que los mortales adoran y se inmolan en su nombre, que tenga a bien el bueno de David continuar faciendo musiquica para poder seguir llevando una vida pseudo normal.
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