"David" vence temporalmente a "Goliat".

Pascual Carrión defiende a su ganado y se enfrenta a una urbanización.
El 5 de diciembre de 2006, se presentaba en el consistorio de Jumilla, de unos 23.000habitantes, liderado por Francisco Abellán Martínez, del PSOE, un macroproyecto de 2.285 viviendas y un campo de golf. Una semana más tarde, la Junta de Gobierno local aprobaba definitivamente el programa de actuación del plan urbanístico, conocido como Santa Ana del Monte Jumilla Golf. Solo un ciudadano se opuso: Pascual Carrión, pastor de cabras y ovejas del municipio quien se había negado a vender sus 30 hectáreas de tierra a San José Inversiones, Herrada del Tollo, un grupo de empresas de Orihuela (Alicante). De la mano de un letrado, Carrión recurrió a ambos acuerdos, denunciando la invasión de cemento que cortaba el paso a sus 500 ovejas y 70 cabras. Además, alegó que no había agua suficiente para dar de beber a los nuevos habitantes de su pueblo.
El pastor “David”, un simple pastor sin más mando que su bastón, su perro y sus silbidos al que sus ovejas obedecen, se enfrentaba de nuevo a “Goliat”, un conglomerado empresarial que, en 2009, facturaba 1.083 millones de euros. Según apunta la asociación Planeta Verde (http://asociacionplanetaverde.blogspot.com) el grupo de Orihuela es el autor de la última ampliación del Museo del Prado, en Madrid, de un tramo del tren de alta velocidad Madrid-Valencia y de multitud de proyectos en España, Europa del Este y América Latina. Contra este gigante se enfrentó el pastor Carrión, negándose a vender sus 30 hectáreas de tierras a la filial del Grupo San José, Herrada del Tollo.
Un año más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia se oponía a la suspensión cautelar del macro plan urbanístico, al considerar que debían prevalecer los “intereses generales” del municipio sobre los del pastor. Pero Pascual Carrión no se rindió y presentó un recurso de súplica. La batalla judicial en la que se metió era complicada y escabrosa. El propio Ayuntamiento presentaba un escrito de oposición al recurso del cabrero. El 26 de diciembre del 2007, el tribunal regional volvió a tumbar las pretensiones de Carrión y permitió que las obras continuaran. En una de sus victorias parciales contra el cabrero en los tribunales, el alcalde socialista afirmaba: “Ahora se demuestra que siempre actuamos dentro de la legalidad”.
Lejos de conformarse, el pastor acudió al Supremo, y los magistrados tiraron de la oreja al tribunal regional. En efecto, en octubre pasado, el Tribunal Supremo (TS) dicta una sentencia en la que reitera la suspensión del plan parcial Santa Ana del Monte (acordado por el TSJ), que fue aprobado por el Ayuntamiento de Jumilla (PSOE) y recurrido hace cuatro años por Carrión, al considerar éste que ocupaba parte de terrenos de su propiedad y que le impedía realizar su trabajo ganadero. Igualmente, alega que obstaculiza el paso de sus rebaños y que el proyecto no disponía del agua de abastecimiento necesaria.
La anulación del plan es “temporal”, y el Ayuntamiento ha recurrido, pero Carrión, al menos, ha conseguido paralizar el proyecto. “Para mí –dice Carrión, que, en 2005, fue operado del corazón a causa, según él “de todo este lío”– Esto es la vida. Es lo que siempre he conocido y lo que me gusta. No necesito otra cosa”. Tras muchos años de burocracia judicial, Carrión es consciente de que el camino que tiene por delante es aún muy largo. Pero, si algo no ha cambiado desde que el plan fue aprobado hace cuatro años por el Ayuntamiento es que está convencido de seguir defendiendo lo que considera justo, hasta que estén agotadas todas las vías posibles.