Septiembre ha sido el mes elegido por la editorial estadounidense DC para hacer un espectacular borrón y cuenta nueva de todas sus series de superhéroes. Toda la variopinta lista de poderosos personajes de la editorial, desde los míticos Superman y Batman hasta los menos conocidos, protagonizarán un reboot, un nuevo inicio que pone el contador de todas las series a cero y permite a los autores reinventar todo el universo y, de paso, a los ejecutivos diseñar cuidadas maniobras de márketing, como la que protagonizará la serie Teen Titans, que tendrá un personaje abiertamente gay, Miguel José Barragán, alias Bunker.
No es la primera vez que aparecen personajes gays en el género de los superhéroes: sin necesidad de recurrir a los típicos y tópicos comentarios sobre la supuesta homosexualidad de Batman y Robin, a medida que su público se hacía más adulto, el género ha ido incorporando paulatinamente la orientación sexual como una característica más de sus personajes.
Si a principios de los noventa salía del armario Estrella del Norte, uno de los personajes de la serie Alpha Flight, en los últimos años se ha ido poco a poco normalizando la presencia de personajes gays, primero en series más secundarias, como el vaquero Rawhide Kid, para luego extenderse a series más conocidas como Batman -donde la última encarnación de Batwoman se reconocía sin problemas como lesbiana- o los X-Men, que anunciaban de la mano del guionista Mark Millar que uno de sus personajes más conocidos, Coloso, era gay. Incluso, en series tan exitosas como The Authority dos de los personajes protagonistas, Apollo y Midnighter (émulos de Superman y Batman), mantenían una tórrida relación, todo lo explícita que podía ser en un comic-book.
Normalidad
La presencia gay ha alcanzado cierto grado de normalidad, pero no dejaba de estar calificada casi de provocación y, muchas veces, excesivamente sometida al estereotipo tradicional. Sin embargo, frente a anteriores salidas del armario, la aparición de este nuevo personaje, Bunker, se acompaña de una campaña promocional en toda regla que refleja el cambio de los tiempos: un personaje gay joven ya no se ve como un atrevimiento, sino como una estrategia comercial que intentará atraer tanto a la comunidad gay como a la latina, en una mezcla que recuerda a la reciente maniobra de la editorial competidora, Marvel, que sacrificaba a Peter Parker para que Spiderman renaciera como afrolatino.
Frente a otros personajes que esconden su condición sexual o derivan todo tipo de sufrimientos de ella, Bunker vivirá su homosexualidad con total naturalidad, según afirman los autores, Scott Lobdell y Bret Booth, que pese a todo no han podido evitar el tópico y vestir a su personaje con un flamante uniforme púrpura.